- Las imponentes amazonas tenían una ley matrimonial que dictaban que ninguna mujer podía casarse a menos que hubiera matado previamente a un enemigo en la batalla. Los hombres carmanianos contaban con una tradición similar, en el sentido de que, antes de ser aptos para el matrimonio, debían seccionar la cabeza de un enemigo y llevarla ante la presencia de un rey. Éste separaba la lengua de la cabeza, la mezclaba con un poco de harina y la comía con el hombre que se la había entregado.
- Otra costumbre meda dictaba que los hombres no podían tener menos de cinco esposas; de igual forma, las mujeres consideraban un honor tener tantos maridos como fuera posible. menos de cinco se consideraba una calamidad...
- Algunos escritos mencionan que para los antiguos griegos consideraban que el amor masculino era más valioso y noble que el femenino. Con toda libertad, los hombres concretaban amoríos entre ellos, además de tener una esposa para engendrar niños. Los cretenses seguían un procedimiento inusual al vivir estas aventuras: si un hombre iba a encontrarse con un muchacho, ni intentaba ganar su afecto a través de la persuasión, sino que lo secuestraba.
- Cuando los cónyuges de la provincia oriental de Pem dejaban su hogar para iniciar un viaje de más de veinte días de duración, sus esposas tenían derecho a tomar otro esposo durante tal ausencia. De igual modo los hombres.
- Según las antiguas leyes Brehon de Irlanda, cualquier esposa podía anular su matrimonio por alguna de las razones prescriptas. Dos de los motivos más habituales era si el marido era obeso y no era probable que resultara de gran utilidad para los menesteres sexuales, o si echaba a correr habladurías sobre sus hazañas en el lecho marital.
- Las esposas indias eran quemadas en una pira junto con su marido cuando éste fallecía. Esta costumbre actuaba como medida preventiva, para evitar que la mujer cayera en la tentación de envenenar a su marido si hubiera conocido a otro hombre.
- Se decía que Kublai Khan, jefe mongol, tenía debilidad de las concubinas bellas. Cada cierta cantidad de años enviaba emisarios a las provincias tártaras del norte de Asia y les exigía que seleccionaran para él las señoritas más hermosas que pudieran encontrar. Ellos se regían por criterios como el cabello, la nariz , la boca, los rasgos. De quinientas niñas se les seleccionaba mediante un sistema de puntuación definido. las de mayor puntuación eran convocadas a la corte. Ahi se les volvía a calificar hasta ser menos de 30. Ahí finalmente eran evaluadas al pasar una noche con los oficiales de más alto rango. Evaluaban defectos físicos, que fueran vírgenes, que no roncaran al dormir y que no tuvieran mal aliento.
Extrañas supersticiones y costumbres del mundo antiguo. compilación por Alicia y Matheos Chysostomou, en . Editorial Lumen. 2008