Revista Insólito

Algunas formas de ligar de los hombres: Todo un mundo de variedad

Publicado el 04 julio 2013 por Iris Bernot @irisbernot
     Que los hombres y las mujeres somos diferentes en muchas cosas, eso está claro. Es algo que ya sabemos desde el principio de los tiempos, aunque parece que hayamos sido conscientes de ello hace poco gracias a la cantidad de libros de psicología y de demás disciplinas similares que han salido al mercado con títulos tan complejos como "el hombre es de marte y la mujer es de venus" o "porqué los hombres mienten y las mujeres no entienden los mapas".
     Parece como si hasta ahora no hubiéramos sido nunca conscientes de que somos diferentes y de que hubiéramos estado pensando que somos iguales y que lo único que nos diferencia es el aspecto físico. Hoy hay muchos libros en el mercado que tratan sobre las diferencias entre los hombres y las mujeres (por si no nos habíamos dado cuenta de esas diferencias), pero me llama la atención el hecho de que no hay ninguno sobre las maneras de ligar de los unos y de las otras. Eso es algo que me llena de estupor, pues el "ligoteo" es algo fundamental en la vida de los seres humanos, ya que sin él no habría reproducción humana, y por tanto nuestra continuidad en este planeta como especie destructiva y egoísta no estaría asegurada. El "ligoteo" es un arte denostado e ignorado que no merece la poca atención que tiene y que es tan importante para los seres humanos que no puedo entender el porqué de ese continuo interés por que se pierda en el olvido y en el vacío más deprimente. Ser un ligón está mal visto, y el que lo es tiene que soportar verse tachado de ordinario, cuando en realidad está poniendo en práctica sus armas de depredador para dar continuidad a la especie humana.      Los hombres y las mujeres tenemos formas diferentes de ligar y nuestras tácticas de caza son únicas dependiendo de si somos hombres o mujeres. Hoy voy a señalar algunas de las maneras más comunes de ligar de los hombres, pero otro día señalaré algunas de las mujeres, que también tienen su miga. Así pues, vamos a ello...
     - Hacerse los desvalidos: Algunos hombres usan la técnica de hacerse los "pobrecitos" para que la mujer en cuestión entre en su red de araña. La más usada es esa en la que se colocan en un rincón del bar de turno con cara de pena hasta que consiguen que la mujer se les acerque, y luego le empiezan a contar que han sido abandonados por su novia o por su mujer con un poco de llanto provocado por algún colirio que llevan en el bolsillo. Esta técnica sirve para captar a mujeres con complejo de madre o de cuidadoras o de enfermeras. ¿Os digo un secreto, mujeres? Poned la oreja... No hay hombres desvalidos. 
   - Hacerse los conflictivos: Algunos se ponen la cazadora negra de cuero, se cuelgan la moto de turno, se despeinan un poco, y se sientan en el bar con el ceño fruncido. Estos son los que siguen la máxima de que a algunas mujeres les gustan los tíos difíciles, conflictivos o rebeldes (cosa que es cierta en muchos casos). Suelen usar la táctica de acercamiento-alejamiento para hacerse los difíciles a tope, o sea, se acercan y hablan un poco, y luego se van por ahí, y así sucesivamente hasta que la mujer cae. Mujeres, si de verdad os gustan rebeldes, aseguraos de que los son de verdad, porque a veces su rebeldía puede ser solo una fachada, y podéis encontraros al día siguiente con que en realidad llevan polos Lacoste y beben leche desnatada.
    - Usar al amigo: Esto lo hacen los tímidos. Se sientan en un rincón, eligen a la que les gusta, y luego le dicen a su amigo que vaya a hablar con ella. Todas hemos sentido pena alguna vez por ese que dice eso de "oye, te gusta mi amigo?. Algunas, las más crueles (entre las que yo me incluyo) les han llegado a decir a esos amigos fieles eso de "mierd... para el recadero que va y viene"
   - Mostrar lo que tienen: Algunos hombres son prácticos, y en vez de perder el tiempo charlando con la mujer que les gusta, prefieren ir al grano y mostrar lo que pueden ofrecerle. Son los que tras el saludo de rigor empiezan a decir en qué trabajan, cuánto ganan, y qué coche tienen. Están convencidos de que tarde o temprano la mujer en cuestión va a querer saber qué pueden ofrecer, y no ven la necesidad de estar perdiendo el tiempo en citas y en charlas que luego no van a llegar a ninguna parte. Estos hombres son muy prácticos y están muy bien preparados para el mundo exterior, pero se olvidan de que las mujeres a las que apuntan son muy materialistas, y que cuando éstas encuentran a alguien con un coche mejor, pueden decir adiós en un abrir y cerrar de ojos.
  - Hacerse los graciosos: Hay hombres que son graciosos y hay otros que no lo son, igual que hay mujeres que son chistosas y otras que son un coñaz... Hay hombres que usan su gracia natural para ligar, y todas debemos agradecérselo porque al menos ponen un poco de diversión al asunto, pero hay otros que sin ser graciosos ligan intentando serlo, y éstos son especialmente patéticos. Nunca he sentido más pena por alguien que cuando he estado delante de un hombre que intentaba hacerse el gracioso. Hombres, hay que usar las armas que se tienen, de verdad, no las que no se tienen.
   - Adular hasta el vómito: hay algunos que se dedican a adular y a adular hasta extremos irrisorios para lograr a la mujer que les gusta. Bien, esto puede funcionar con las mujeres que gustan de la adulación ( que no son pocas), pero hay muchas otras que detestan que las traten como a princesas del siglo diecisiete, y a veces éstas son paradógicamente las que al final más gustan a  los hombres aduladores, porque éstos siguen la máxima que dice que " cuanto más pasa una mujer de un hombre más la persigue éste". Hay aduladores y aduladores, pero en general suelen ser tan extremos en sus adulaciones que pueden acabar convirtiéndose en una pesadilla.
    - Hacerse la "amiga": Algunos hombres adoptan la táctica de introducirse en el mundo de la mujer que les gusta como si fueran una más de sus amigas. Toman café con ella y sus compañeras de chismes, se saben todos los cotilleos que a ella le interesan, y la acompañan a la peluquería o a su tienda de ropa favorita. Este tipo de hombres se arriesgan mucho, porque esa táctica puede salir muy bien o puede salir fatal, ya que si ella acaba viéndole como a una amiga más puede acabar contándole sus escarceos con otros hombres, lo cual puede acabar siendo de lo más patético.
    - Acosar: Esta técnica está en vías de extinción, pero siempre hay alguno que la sigue usando. Son los que llaman a la mujer en cuestión cien veces al día, le mandan mil mensajes, la van a buscar a su trabajo, etc... Estos tienen el riesgo de ser denunciados a la policía porque al final se acaban pasando de la ralla.
   - No hacer nada: Esta es la táctica de los que saben que con ciertas mujeres lo que más funciona es la indiferencia. Son los que tratan a la que les gusta como si no tuvieran el menor interés en ella, y los que suelen abandonarla una vez la han conseguido, porque lo que en realidad les gusta es la emoción de la caza y no la pieza que van a cazar en sí. Son como los que pescan peces y luego los echan de nuevo al agua. Cuidado con éstos, mujeres. 
     Bueno, espero que esta pequeña lista sirva para dignificar un poco el arte del ligoteo y para que éste nunca se extinga, pues de él depende la continuidad de nuestra especie en el planeta. (si es que hemos de seguir aquí, porque algunas veces lo dudo)

Algunas formas de ligar de los hombres: Todo un mundo de variedad

Que te tiro, jajajjaja, que gracioso que soy...



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