La Organización Mundial de la Salud lanzó hace unas semanas una guía de recomendaciones sobre salud digital: "
WHO Guideline: recommendations on digital interventions for health system strengthening". La guía revisa diversas propuestas en base a la evidencia actual y propone varias recomendaciones para gobiernos y sistemas de salud de cara a integrar o reforzar las estrategias de salud digital en su territorio.Eso sí, ya la propia introducción deja claro algo: "This guideline urges readers to recognize that digital health interventions are not a substitute for functioning health systems, and that there are significant limitations to what digital health is able to address". En resumen, que las intervenciones de salud digital son complementarias y no sustitutivas, y además que hay limitaciones importantes respecto del alcance de este tipo de estrategias.La guía se centra en algunos temas concretos. Muchos de ellos se llevan aplicando años en países de nuestro entorno, pero la guía es global y puede ser útil para cualquier sistema sanitario. Los temas tratados son:- Notificaciones demográficas vía móvil (nacimientos y defunciones)- Gestión logística de materiales vía móvil- Telemedicina (tanto de profesionales con pacientes como entre profesionales)- Comunicación a través del móvil con la población en temas de salud (promoción y educación) sobre salud reproductiva, salud infantil, etc. El ejemplo más habitual son los mensajes de texto (SMS).- Herramientas online de apoyo a la decisión para profesionales sanitarios.- Seguimiento digital de la salud de la población con sistemas como la historia clínica electrónica u otros.- Formación online para profesionales sanitarios.La guía es muy completa y para cada tema ofrece un resumen de evidencia centrado en su efectividad, aceptación, viabilidad, uso de recursos y garantía de equidad. Las recomendaciones no se dejan llevar por el deslumbramiento tecnológico, y por ejemplo en el caso de la telemedicina se recalca la importancia de que no debe sustituir a las consultas presenciales sino solo ser un complemento. En el caso de la formación virtual, la recomendación es muy parecida: debe ser un complemento a la formación tradicional, y no debe sustituirla de forma global.
Eso sí, no se trata de una guía diseñada solo para profesionales sanitarios, dado que las recomendaciones y la evidencia aportada se centran principalmente en el ámbito de la decisión política o del diseño de estrategias globales dentro de un servicio de salud. Sin embargo, la evidencia para cada tema es muy útil y puede servir para romper las habituales barreras a la hora de la difusión e implementación en el ámbito de la esalud.