Los procesos de Unificación de Italia y de Alemania presentan varias similitudes, tanto en sus antecedentes como en su realización. En cuanto a sus antecedentes desde comienzos del s. XIX (ya comentados en varias entradas, alojadas en la etiqueta "revoluciones burguesas"):
- La intervención de Napoleón en sus territorios generó un rechazo que fortaleció los sentimientos de identidad nacional. En este contexto, por ejemplo, escribió Fichte sus "Discursos a la nación alemana".
- La prolija división territorial acordada en el Congreso de Viena, realizada sin tener en cuenta la opinión de los interesados. Metternich llegó a afirmar que Italia era únicamente una "expresión geográfica", frase dolió mucho a los patriotas italianos.
- Las revoluciones de 1830 no trajeron ningún avance unificador; sin embargo, Mazzini creó la Joven Italia, una organización nacionalista que tenía como gran objetivo la unificación de Italia.
- Tampoco hubo avances duraderos durante las revoluciones de 1848, aunque sí algunos logros de vida efímera: la proclamación de la República Romana, la invasión de Lombardía a cargo de Piamonte, la labor del Parlamento de Francfort, etc.
- Tras las revoluciones de 1848 quedó claro que los territorios en torno a los cuales se realizaría la unificación serían Saboya-Piamonte y Prusia respectivamente
Respecto a su realización, las coincidencias son más grandes. Cada proceso unificados se llevó a cabo en tres fases, ligadas a tres guerras y las dos últimas fueron comunes. De esto me ocuparé en otras entradas.