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Una de las razones por la cual, el PRI ha tenido un crecimiento nulo en los últimos doce años, incluso un retroceso en su numeralia electoral, se encuentra en una política de puerta cerrada, donde quienes acceden a posiciones de partido son por invitación de alguno de los personajes que controlan la vida interna del Partido Revolucionario Institucional.El PRI municipal ha demostrado ser incapaz de convocar a nuevos electores, principalmente jóvenes, no existe liga ni relación alguna con la juventud actuante del municipio, antes que eso, la política y elección de sus cuadros tiende a alejar a este importante sector; las razones a la vista, son dirigencias que a lo largo de los años han visto al PRI como un botín, un botín jugoso, pero limitado, por lo cual lo acaparan para sí, sin ninguna intención de compartirlo. Aquí algunos antecedentes para demostrar que el PRI tiene, tantos o menos votos que hace una década.En 1999, en Coyuca de Benítez, en la elección para gobernador el PRI y René Juárez obtienen 10,261 votos, el PRD: 9,359, la lista nominal correspondía a 38,682 electores; ese mismo año, Julio Cesar Galeana disputándose la presidencia y Ramiro Ávila la diputación, obtienen 10,219 y 10,381 respectivamente, el PRD 6,977 y 6,733; participando 20,082 ciudadanos, en esta elección el PRI se lleva más del 50% de los votos emitidos y la participación general es de 51.92%.En el 2002 el panorama cambia diametralmente, bastaron los celos políticos, falta de unidad y pleitos escenificados por los personajes antes nombrados; el PRI sufre su primera derrota en la persona de Ramiro Ávila. El candidato del PRI, traicionado por amigos y aliados naturales reduce su cuota electoral a 8,615 votos, contra los 9,270 obtenidos por Rafael Ariza del PRD, candidato popular, bien aprovechado por el perredismo que soñaba con desbancar al PRI. Desgraciadamente, la falta de pericia administrativa del propio presidente y los abusos de sus colaboradores hastiaron a la ciudadanía.En el 2005, la figura del actual gobernado Zeferino Torreblanca Galindo está por las nubes, es sinónimo de esperanza y cambio para los guerrerenses. En Coyuca de Benítez obtiene una victoria apretada: 12,147 votos perredistas contra 11,077 sufragios priistas; la participación es del 53.5%, votan 23,713 ciudadanos de una lista nominal de 44,349; como en sus buenos tiempos los priistas obtienen casi el 50% de los votos emitidos; aún así, el voto priista no crece al ritmo del padrón electoral; las circunstancias del país y los cambios políticos y democráticos le llevan la delantera a un partido que se niega a cambios de fondo.
En el mismo 2005, una figura ha estado labrando en el terreno fértil del disgusto ciudadano, el PRD, tras un pésimo trienio es derrotado con relativa facilidad; en este caso hablamos de Alberto de los Santos, “Betín”, personaje agradable que encumbró sus números en base a promesas; su administración sin duda fue impecable, no así su trabajo político, cierta falta de generosidad y la palabra tirada a la basura, así como sus amigos acapulqueños que lo ayudaron a gobernar le acarrearon un desgaste que ya era notorio a principios de su tercer año de gobierno. Betín y su sonrisa obtienen 9, 974 sufragios, 245 menos que Julio César Galeana en 1999, el PRD es quebrantado y dividido al grado de caer hasta los 5,282 votos, los otros 5,218 se los llevó Merced Baldovino, figura ninguneada por los políticos profesionales del municipio, que se negaron a aceptar el desmesurado crecimiento de este nuevo personaje.Tres años más tarde en el 2008, Merced Baldovino Diego, actual presidente municipal, contra todo pronóstico derrota al PRI, de nuevo en la figura de Ramiro Ávila Morales; con apenas 8,858 votos Baldovino Diego se encumbra a presidente municipal, el PRI refleja una notoria caída en sus números: 7,570 y el PRD: 6,723; en esta elección se une el ingrediente de Javier Bataz, que demuestra un gran peso y arraigo en la cabecera municipal, el urbano lugar donde se labra realmente la derrota del PRI en esta elección.Y el domingo 30 de enero, el PRI vuelve a sufrir un descalabro en el municipio coyuquense, esta vez es escandaloso, El PRD le asesta 15,986 votos, contra 10,829, una diferencia abismal e inédita en la historia electoral coyuquense. Desafortunadamente el PRI ha obtenido la votación de siempre la del umbral de los 10, 000 votos, la que obtuvo René Juárez y Diego Galeana, doce años atrás, en sí ante estos números, el PRI en el municipio está quieto, no avanza electoralmente, necesita refundarse, posiblemente cosa menos que imposible ante la inercia estatal. Doce años han pasado y el PRI maltrecho levanta la égida con sus mismos diez mil votos y fracción, que ha medida que crece y crecerá el padrón electoral, son menos, muchos menos de los necesarios para ganar.
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