Dicen que la Historia, como ciencia, la empezó un señor llamado Heródoto, que él fue el autor de las primeras obras que se pueden adscribir a la ciencia histórica, y eso fue por allá por el siglo V a. C., lo que nadie esperaba es que aquel insigne escritor pudiera en pleno siglo XXI dirigir un blog de éxito como el que os enlazamos.Pero si en algún lugar comenzó la Historia, sin duda fue en el Próximo Oriente, siempre se ha dicho que todo proviene de Oriente (ex Oriente lux), y para ello hacían falta unos ojos especializados, y si alguien los tiene, es sin duda Las plumas de Simurgh, capaz de hablar en sus publicaciones de cualquier cosa (religión, historia, mitología, curiosidades, etc.) de aquel espacio del mundo.Y de repente irrumpió en las páginas de la Historia la civilización que, probablemente, más ha influido en nuestra cultura actual: Roma. El tamaño y extensión de tal civilización requería más de un blog especializado, y para ello nacieron Africanus y su Historia de Roma contada por sus protagonistas, y nuestro compañero y sin embargo amigo Pedro Huertas y su Roma en un día.Con una sensibilidad especial apareció Las Hojas del Bosque, capaz de ver más allá de lo que los ojos del historiador pueden ver, mostrándonos la importancia de la naturaleza para la Historia. También con una mirada especial, dando voz a los sin voz, apareció Ester y sus Perros con Historia, para contarnos la historia del mejor amigo del hombre.Pero si alguien tiene una forma original de contarnos la Historia, este es sin duda nuestro corresponsal favorito, un Corresponsal en la Historia que nos trae crónicas de episodios históricos a la manera de artículos periodísticos de la época.
Y es que existe una enorme cantidad de blogs sobre Historia que no tienen una temática concreta, como nos demuestran los grandes equipos de Descubrir la Historia e Historia 2.0, o nuestro amigo Félix Casanova con su Historias de nuestra Historia, aunque a algunos, como a nuestro amigo Daniel Fernández de Lis y sus Curiosidades de la Historia, se les ve el plumero. En su caso, es más que evidente su fetichismo por la historia de la pérfida Albión, y si no fuera por él, muchos sucesos escritos en inglés nos pasarían inadvertidos (por pereza, sobre todo).
Por cierto, alguien debería decirle a Descubrir la Historia e Historias de nuestra Historia lo que pasa
con sus logos...