Revista Opinión
Hace un año, la Casa del Rey inauguraba una sección infantil en su página web “con la intención de acercar la monarquía a los niños”, según se anunció entonces. La web costó 102.000 euros, pero, desde hace al menos seis meses, el enlace que llevaba a esta página no funciona por cuestiones técnicas. “Se tiene que actualizar después de todos los cambios que se han producido durante este año” –se excusó la Casa Real–. Pero volverá a estar operativa muy pronto”. En su momento, Zarzuela contó que había creado este área porque consideraba que existe una necesidad palpable en la sociedad de dar a conocer la Corona a los más jóvenes, ya que “en los colegios, no se transmite un claro conocimiento de la institución por razones de política educativa”, decía. La web ofrecía a los más pequeños fichas para pintar y colorear “con rotus” a los entonces Príncipes de Asturias, el despacho de Don Juan Carlos o la biblioteca del Palacio Real, además de todo el material necesario para construir una réplica de la Zarzuela “con tijeras y pegamento”, entre otras actividades. Pero la web se estropeó antes de que la Casa Real cambiara de inquilinos y se ha quedado así, quien sabe si para siempre.
Otras cosas sí cambiaron en la Casa Real. Por ejemplo, el lugar en donde ondea la bandera. Hace unos días, en un comunicado de prensa, se decía que Don Felipe había decidido que, a la entrada principal de las dependencias de la Zarzuela, (concretamente en la zona de “Magnolias”, junto a un párking”), ondease permanentemente una bandera de España, sustituyendo así a la que era izada y arriada a diario en el puesto de guardia del palacio. De esta manera no habrá ya más izados ni arriados diarios de bandera. Al parecer, el nuevo rey ha optado por limitar a cuatro días al año la celebración “de arriado e izado” de esta bandera por parte de la Guardia Real. La reina Letizia es, según fuentes del palacio, la responsable de esta medida, que rompe la tradición de la guardia militar del rey. El mástil que sostiene la enseña desde las proximidades del cuerpo de guardia se ha trasladado a la zona llamada Magnolias, en las dependencias administrativas del complejo, junto a un párking.
El comunicado aclaratorio por parte de la Casa Real se produce después de que el diario Estrella Digital asegurase que el cambio en la tradición se debía al malestar de la reina Letizia ante la continua presencia de uniformes militares en lo que considera su entorno familiar. “Estas actividades infantiles son mal vistas por Letizia Ortiz, a quien desagrada la presencia de militares. A tal punto llega su aversión que, en alguna ocasión, sus escoltas –que son policías y guardias civiles– han sido reprendidos por la reina por llevar un corte de pelo excesivamente militar”, explica Estrella Digital tras asegurar que la antipatía de la reina hacía el arriado de bandera fue en aumento cuando, “hace unas semanas, una peluquera tuvo que retrasar su llegada a la cita con ella porque los guardias reales la detuvieron hasta que acabara la ceremonia. El sonido de la corneta además era claramente oído desde la residencia oficial del jefe del Estado, lo que parece que tampoco era del gusto de la reina”.
Sin embargo, desde la Casa Real insisten en que “la decisión es para que la bandera ondee de forma permanente ante la fachada principal de su residencia. Esto conlleva, en primer lugar, que sea lógico que no haya acto de izado o arriado de bandera, puesto que la bandera no deja de ondear; y, al mismo tiempo, evidencia que no es cierto que se haya relegado la bandera de España, considerándose que resulta mucho más honroso para con la bandera nacional el que ondee de forma permanente, como ocurre, por ejemplo, con la bandera situada en la madrileña Plaza de Colón, y que, además, ondee ahora en un lugar mucho más destacado que antes: de estar situada en el puesto de control, ciertamente sitio obligado de paso de todas las visitas, ahora está presidiendo la fachada de la misma Casa del Rey”.
Otro de los cambios registrados es el anunciado ayer. La Familia Real no ha confesado abiertamente que, hasta la fecha, haya disfrutado abiertamente de billetes de avión gratuitos con ciertas aerolíneas comerciales, pero ayer mismo dejaba claro que, con la nueva regulación, este tipo de ventajas no tendrá cabida. Y, a partir del 1 de enero de 2015, los miembros de la Familia Real no podrán viajar gratis en vuelos comerciales, aceptar regalos personales “que puedan comprometer la dignidad de sus funciones institucionales”, ni beneficiarse de favores o servicios ofrecidos en condiciones ventajosas por su mera condición de miembros de la Familia Real. La Casa del Rey ha elaborado una normativa interna para regular los regalos que pueda recibir. Forman parte de la misma los Reyes Don Felipe y Doña Letizia, sus hijas la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, el Rey Don Juan Carlos y la Reina Doña Sofía. Igualmente, ha establecido un código de conducta para todos los empleados que trabajan para la Casa del Rey, quienes estarán obligados a mantener “un comportamiento ejemplar que contribuya” a que los ciudadanos crean, sientan respeto y confíen en la institución, han explicado en una sesión informativa con medios de comunicación fuentes del Palacio de la Zarzuela. ”Los miembros de la Familia Real –reza uno de los principios generales de la normativa – no podrán aceptar regalos que por su alto valor económico, finalidad o interés comercial o publicitario, o por la propia naturaleza del obsequio, puedan comprometer la dignidad de las funciones institucionales que tengan o les sean atribuidas”.
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