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Algunos consejos para ser perfecto (o sólo felíz)
Publicado el 06 octubre 2013 por Alfredo Eduardo López Liñares @BackInMadridSer perfecto no es pretensión de muchos. Al menos eso dice todo el mundo, aunque en la vida diaria todos intentemos mejorar de alguna manera, quizás no persiguiendo la perfección sino intentando alcanzar algún grado mayor de satisfacción personal o posiblemente también para agradar a otros.
Ron Padgett, poeta contemporáneo norteamericano, escribió “How to be Perfect” (Cómo ser Perfecto) un libro de poemas del cual extraje este enriquecedor fragmento.
Duerme.
Come una naranja cada mañana.
Se amigable. Esto te ayudará a ser feliz.
Ten esperanza. No esperes nada.
Cuida primero de lo que tienes cerca. Ordena tu habitación
antes de salvar el mundo. Luego, salva el mundo.
Se amable con la gente antes de que tengan
la oportunidad de portarse mal contigo.
No permanezcas enojado por algo durante más de una semana,
pero no olvides lo que te hizo enojar.
Sostén tu ira con tus brazos y obsérvala,
como si fuera una bola de cristal.
Entonces déjala junto a tu colección de bolas de cristal.
Usa zapatos cómodos.
No pases demasiado tiempo con grandes grupos de personas.
Planifica tu día para que nunca tengas que correr.
Muestra agradecimiento a las personas que hagan cosas por ti,
incluso si has pagado por ello, aunque sean favores que no deseas.
Después de la cena, lava los platos.
Cálmate.
No esperes que tus hijos te amen, para que puedan hacerlo si quieren.
No seas demasiado autocrítico ni demasiado autocomplaciente.
No pienses que el progreso existe. No existe.
Imagina lo que te gustaría que suceda, entonces
evita hacer cosas que lo hagan imposible.
Perdona a tu país de vez en cuando.
Si eso no es posible, vete a otro.
Si te sientes cansado, descansa.
No te deprimas por envejecer. Eso te haría sentir
aún más viejo. Lo cual es deprimente.
Haz una cosa a la vez.
Si te quemas el dedo, ponlo en hielo inmediatamente. Si golpeas
tu dedo con un martillo, mantén la mano levantada durante 20 minutos.
Te sorprenderás de los poderes curativos de hielo y la gravedad.
No inhales humo.
Respira profundamente.
No te hagas el listo con un policía.
Sé bueno.
Se honesto contigo mismo pero diplomático con los demás.
No te vuelvas loco muy seguido. Es una pérdida de tiempo.
Bebe mucha agua. Cuando te pregunten qué quieres
beber, di “Agua, por favor.”
Saca la basura.
Ama la vida.
Paga con el cambio exacto.
Cuando oigas disparos en la calle, no te acerques a la ventana.
Son algunas cosas tan obvias y cotidianas que muchas veces las pasamos por alto sin apreciar su verdadera importancia y cuánto nos ayudarían a mejorar nuestra vida, a ser perfectos para nosotros mismos.
La vida es simple, no la compliquemos.