Revista Insólito

Algunos problemas bíblicos con el mormonismo

Publicado el 27 mayo 2025 por Leonardo
Por Leonardo M. // Ritual y Propaganda№ 76
Estimado lector,
El mormonismo, formalmente denominado como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, representa un movimiento religioso con un importante impacto desde su fundación a principios del siglo XIX bajo las enseñanzas de Joseph Smith.
Se puede decir que este culto es particular en sus libros sagrados y sus distintivos doctrinales, y se presenta a menudo como una "restauración del cristianismo primitivo". Sin embargo, sus afirmaciones y enseñanzas son muy cuestionables, en particular cuando hablamos de su coherencia doctrinal y su fidelidad a las Escrituras.
Algunos problemas bíblicos con el mormonismo
El mormonismo tiene un canon que incluye el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio, además del uso exclusivo de la versión King James de la Biblia.
  1. El Libro de Mormón es un supuesto registro de los antiguos pueblos americanos visitados por "Jesucristo", siendo la principal fuente teológica de esta iglesia.
  2. Doctrina y Convenios consiste en revelaciones modernas atribuidas a Joseph Smith.
  3. La Perla de Gran Precio abarca escritos complementarios, incluyendo el Libro de Abraham y otras revelaciones adicionales.

Una de sus falsas doctrinas más conocidas involucra la naturaleza de Dios. El mormonismo afirma que Dios Padre fue en un tiempo un hombre mortal, un ser humano como cualquier otro que alcanzó la divinidad, como se registra en la declaración de Smith: "Dios mismo fue en un tiempo como nosotros ahora, y es un hombre exaltado" (Smith, 1976, p. 345).
Pero esta enseñanza contradice las declaraciones bíblicas sobre la naturaleza divina e inmutable de Dios. Si bien es verdad de que la Biblia habla de Dios Padre con aptitudes similares a las humanas, tanto en el sentido emocional como material, Él sigue viviendo en un plano celestial, con un cuerpo celestial y en un contexto eterno:
"para que me conozcáis, y creáis, y entendáis, que yo mismo soy: antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí."
–Isaías 43:10

Otra distinción doctrinal se encuentra en el concepto que tienen de la Trinidad. La enseñanza mormona presenta a Dios Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo como tres dioses o personajes distintos, negando explícitamente la doctrina de la Trinidad. Este politeísmo es irreconciliable con el monoteísmo que se enseña en la Biblia:
“Así dice Jehová, Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mi no hay Dios.”
–Isaías 44:6

También existen otros ejemplos de contradicciones puntuales pero importantes en las escrituras mormonas. Por ejemplo, el Libro de Mormón, en Alma 7:10, afirma que Jesús nació “en Jerusalén”, mientras que la Biblia afirma que su nacimiento tuvo lugar en Belén (Mateo 2:1).
La composición material de Dios constituye otra falsa enseñanza. Doctrina y Convenios 130:22 describe a Dios como poseedor de “un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre”. En marcado contraste, la Biblia representa a Dios como poseedor de un cuerpo celestial y espiritual, mas no de "carne o huesos" (Juan 4:24).
La declaración del Señor Jesucristo después de su resurrección, que distingue entre un cuerpo espiritual y un cuerpo de “carne y huesos” (Lucas 24:39), expone la inconsistencia de las enseñanzas mormonas en este sentido. La siguiente obra de arte de una página web mormona ilustra el falso concepto de Dios Padre como un ser humano promedio.
Algunos problemas bíblicos con el mormonismo
Una cuestión teológica crucial reside también en la doctrina de la salvación. Si bien el mormonismo afirma la necesidad de la gracia de Dios, también enfatiza el papel indispensable de las obras para ser salvo, como lo indica su enseñanza de que la gracia opera “después de hacer cuanto podamos” (Diccionario Bíblico de los Santos de los Últimos Días).
Este enfoque contradice claramente las afirmaciones bíblicas de la salvación como algo completamente por gracia mediante la fe, independientemente de las obras:
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, es el don de Dios: No por obras, para que nadie se gloríe."
–Efesios 2:8-9  
Las enseñanzas de Pablo a la iglesia primitiva remarcan la incompatibilidad de la gracia y las obras para lograr la salvación (Romanos 11:6; Gálatas 2:21).
Surgen contradicciones claras con respecto a la poligamia. Jacob 2:24 en el Libro de Mormón condena los matrimonios polígamos de David como "abominables", pero Doctrina y Convenios 132:39 excusa a David, afirmando que "no ha pecado", lo que genera confusión en cuanto a la perspectiva divina sobre la poligamia. La escandalosa práctica histórica y la posterior abolición de la poligamia dentro del mormonismo resaltan aún más estas inconsistencias.
Finalmente, el rito del bautismo por los muertos realizado en nombre de los antepasados se basa en una interpretación mormona de 1 Corintios 15:29, pero se ve anulado por otras enseñanzas del mismo mormonismo, que niega el arrepentimiento post mortem o las oportunidades de salvación para los fallecidos. Esta práctica no solo es contraria a los que enseña la Biblia, sino también con la propia doctrina mormona, volviéndola incoherente.
En resumen, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días posee todo un patrón de inconsistencias doctrinales, tanto en sus textos sagrados como con la Biblia. El alcance de estas contradicciones sin duda coloca al mormonismo con las características típicas asociadas con los sistemas religiosos falsos y las sectas. Una posible segunda expondrá como los mormones rechazan la doctrina bíblica del infierno y el castigo eterno, adoptando rituales de origen masónicos sin fundamento bíblico.
Saludos y buena semana.
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