Revista Política

Algunos ramalazos de las herencias de la gestión sanitaria de los gobiernos de Pujol y del exconseller de sanitat Trias

Publicado el 08 agosto 2010 por Trinitro @trinitro

Parece ser que aún queda una parte importante de la gran herencia política de la gestión de los gobiernos de CiU en Catalunya, más allá del que comienza a ser famoso 4% que fué la herencia que le ha dejado Pujol a Mas en ingresos y campañas financiadas.

Una de esas herencias la podemos ver en los Centros de Asistencia Primaria que hay en algunos municipios. Por ejemplo el CAP Sant Cugat, está gestionado por la Mútua Terrassa, en esa creencia que la sanidad concertada es más barata y eficaz que la pública. Algo que en el papel suena muy bien y el usuario final no tendría que notar ninguna diferencia. Y algo por lo que ha apostado siempre CiU, y especialmente el exconseller de sanidad Xavier Trias.

Algo que francamente no es así. A la práctica los mutualistas pasan SIEMPRE por delante de cualquier usuario básico de la sanidad pública. El tema está en que si quieres tener buena sanidad en Sant Cugat al final te la has de pagar. A diferencia de lo que ocurre en mi barrio de acogida o en el de nacimiento, yo tengo una atención digna tanto en la sanidad ordinaria, como en la de especialistas y hospitalaria, y como no, en la de urgencias. Puede que haya más o menos listas de espera, más o menos colas, pero no hay absurdos nacidos de los intereses pecunarios del proveedor de servicios sanitarios (ya que tengo cobertura de centros puramente públicos o de carácter púramente público).

Bien, esto ha fallado hoy. Por un accidente en el monte en el cuál a mi compañera un animal de 400 kilos le pisoteó el brazo accidentalmente fuimos al centro de urgencias sanitaria más próximo, en este caso el de urgencias del CAP Sant Cugat. Nada, llegamos allí y en seguida nos atiende un atento auxiliar administrativo, toma datos y una enfermera sale a evaluar la herida, en principio no parece nada grave pero el brazo se estaba inchando y había heridas abiertas. Los primeros auxilios para bajar la inflamación en una fuente y para limpiar las heridas que realizamos antes de ir al CAP habían funcionado, pero no sabíamos si había un hueso roto, fisurado, o incluso algo peor, una esquirla de hueso dañando tejido muscular. El hecho es que era una urgencia de esas que en cualquier CAP te hacen pasar inmediatamente a tratamiento.

Pero allí deciden hacernos esperar junto a los que vienen por dolor de estómago, mareos por el calor, les ha picado un bicho o vienen con algo de insolación de una mañana de playa. Es cierto que hubo un traumatismo más grave que pasó inmediatamente, pero vamos, si alguien con la cabeza abierta no es inmediatamente atendido es para colgarles de los piés. Durante los 50 minutos de espera, el brazo de mi compañera seguía inflamándose y conseguíamos mantenerlo a raya grácias a enfriarlo periódicamente en el lavabo con agua fría. Mientras tanto, los mutualistas llegaban y sus curas, recetas, etc… pasaban por delante de los usuarios de urgencias, tanto el que venía con mareos, como el que venía con un brazo aplastado. Al cabo de 50 minutos, que es un tiempo razonable de espera cuando vienes con un dolor de tripa pero no con un traumatismo en el que hay una alta provabilidad de haber un hueso dañado, donde no proporcionaron ni un triste ibuprofeno o ningún antiinflamatorio, recibimos una atención de 30 segundos en el que el médico considera que hay que hacer una radiografía (oh… grácias por haber estudiado tantos años y haber llegado a la misma conclusión que cualquier persona ante un traumatismo de esta medida) para localizar los posibles daños en el hueso. Sin atender a las heridas superficiales, ni a la inflamación, ni al dolor, ni intentar inmobilizar parcialmente al menos o tapar las heridas, sin ningún tratamiento ni de primeros auxilios ni de ningún tipo nos indican que la radiografía no se puede hacer porqué “el radiólogo está enfermo” y nos indican que llamemos un taxi y vayamos al CAP de Rubí. Interrogando al auxiliar de la entrada de si esto era razonable, que si sabían que el radiólogo no estaba, porqué demonios no nos habían derivado a otro centro de urgencias sin hacernos esperar, se excusa que la máquina se había estropeado recientemente (o nos mienten ahora o nos mintieron antes). Luego más tarde sabemos que el CAP Sant Cugat oficialmente no está haciendo radiografías a ningún usuario de la sanidad pública tanto por urgencias como por vía ordinaria bajo diferentes excusas desde hace días. Los lugareños nos indican que hemos hecho el primo ya que los santcugatenses acostumbran a ir al Hospital General de Catalunya, a pagar 100€ por una atención de urgencias y no se fían de su propio CAP de urgencias, que no te atienden como mereces.

Después de llegar con un periplo algo absurdo hasta Rubí, en el CAP Rubí también gestionado, como no, por Mútua Terrassa, logran hacer la dichosa radiografía y por fín, 3 horas después de llegar a un centro sanitario de urgencias (casi 4 horas después del accidente) alguien hace las primeras curas.

El hecho es que el centro de urgencias concertado de Sant Cugat, el único que no cobra 100€ por ese servicio, no puede ofrecer servicio de radiología, no hacen una valoración de las urgencias y el tipo de tratamiento necesario de forma lógica y razonable, anteponen el servicio ordinario (recetas, curas) de los mutualistas al de urgencias de usuarios de la sanidad pública y no realizan ni las primeras curas ni la atención más básica a una urgencia traumática potencialmente grave.

Esto que ocurre en el pueblo del cuál tan orgullosamente se sienten de gobernar los de CiU, es herencia del modelo sanitario de Pujol. Y lamentablemente algunos responsables de la actual Generalitat que supuestamente son de izquierdas apuestan por el modelo concertado, orientado más al negocio que a la garantía de un servicio de calidad universal.


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