Los últimos cristianos de Mosul han emprendido la huida de la segunda ciudad de Irak cumpliendo con el ultimátum lanzado por el Estado Islámico, que gobierna la urbe desde el pasado junio. Los yihadistas han amenazado de muerte a los fieles que no se conviertan al islam, paguen un impuesto o escapen del enclave entregando posesiones y bienes antes de mediodía de este sábado.
En una circular distribuida por la ciudad tras el rezo de este viernes, la organización -que declaró a finales del mes pasado la instauración del califato y ha diluido la frontera entre Siria e Irak- anunció que permitiría hasta este sábado el éxodo de aquellos que rehúsen abrazar el islam o pagar la “jiziya” (un impuesto a los no musulmanes). Vencido el plazo, “la única opción -advirtió el líder del grupo Abu Bakr al Bagdadi- será la espada”.
Mientras, Zapatero quiere que haya una suma autoridad mundial en materia religiosa. Como si individuos como Al – Bagdadi fueran a hacer caso de lo que dijera una autoridad moral en algo, si no son musulmanes.