Goldcorp Inc. y Teck Resources Ltd. dijeron que están uniendo dos proyectos de cobre y oro en Chile. Un mes antes, Barrick Gold Corp. incorporó a Antofagasta Plc como socio en 50% en su mina de cobre Zaldívar.
Estos acuerdos son parte de una tendencia naciente a gestionar las minas y desarrollar proyectos que de lo contrario podrían ser cancelados o sufrir largas demoras. Esto contrasta con lo que ocurría hace apenas unos años, cuando las empresas preferían y los inversores recompensaban estructuras de propiedad y toma de decisión simples.
“Siempre se quiere ser dueño del 100% del proyecto, pero hay que evaluarlo en relación al riesgo de que quizá no se pueda llevar adelante la producción en forma individual”, dijo por teléfono Phil Russo, analista de Raymond James Ltd., con sede en Toronto. “En este momento, los inversores tienen una aversión al riesgo que vuelve mucho más atractivos estos tipos de organizaciones conjuntas”.
Los signos de que la demanda china se desacelera más de lo que se creía anteriormente, en un momento de fortaleza del dólar, están erosionando los precios de los metales industriales y la confianza en los desarrolladores de proyectos multimillonarios en dólares. El subíndice del Bloomberg Industrial Metals está 20% más abajo este año en tanto un indicador de las acciones mineras se desplomó 26% pese al alivio de una recuperación este jueves.
“Mayores retornos”
Esta mayor cooperación “es algo que veremos cada vez más”, dijo en una entrevista telefónica Ken Hoffman, analista sénior de Bloomberg Intelligence. “Veremos más alianzas, fusiones de minas, mucha más coordinación en el sector, simplemente porque, si no lo hacen, su otra opción es cerrar las minas”.
Teck y Goldcorp dijeron que llevarán sus proyectos Relincho y El Morro, que se encuentran a unos 40 kilómetros de distancia, a una alianza 50/50. La combinación —llamada por ahora Project Corridor— puede llegar a bajar miles de millones de dólares los costos de desarrollo en comparación con los planes independientes, reduciendo en parte la duplicación de la estructura, dijeron las empresas con sede en Vancouver.
“Combinar estos activos vecinos es un enfoque sensato que nos permite consolidar infraestructura para bajar costos, reducir el impacto ambiental y aportar mayores retornos que un proyecto individual”, dijo el máximo responsable ejecutivo de Teck, Don Lindsay, en un comunicado.
En julio, Barrick, con sede en Toronto, aceptó vender una participación de 50% en Zaldívar a Antofagasta, con sede en Santiago, por US$1.000 millones, y dijo que podría cooperar con la compañía chilena en futuros proyectos de desarrollo. En mayo, Barrick firmó un “convenio de cooperación estratégica a largo plazo” con Zijin Mining Group Co. de China, y acordó venderle una participación de 50% en su mina Porgera, en Papúa Nueva Guinea, por US$298 millones.
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