Alícia en el país de las maravillas

Una película correcta, pero a la que le falta la emoción que su director sabe poner.
Falta de gancho, por ser una historia repetitiva, a la que no se le han sabido sacar bien el jugo a unos personajes tan atractivos. Y parece mentira en un director como el magnífico Tim Burton.
La película es la segunda parte del libro de Lewis Carroll, sonde Alicia ya es una joven en edad de contraer matrimonio, y que ha olvidado todo lo que de paso de niña en el País de las Maravillas. En medio de su petición de mano, escapa persiguiendo a un conejo, y cae de nuevo en la madriguera. A partir de ahí, se desarrolla una aventura en la que tiene que salvar a los personajes que pueblan tan magnífico mundo de la malvada Reina Roja.
Como digo, los personajes y la recreación del mundo de fantasía, son lo mejor de la película. Empieza de manera atropellada, sin casi darnos tiempo de hacernos a la idea de como es Alicia, para de pronto meternos de lleno en el mundo de fantasía, donde un personaje tras otro, van cobrando vida, todos ellos interesantes, y bien recreados.
Parece mentira en Burton, que es capaz de dibujar unos bellos personajes como en Big Fish, Eduardo Manostijeras, o Ed Wood, y en esta, parecen simplemente basados en su físico, genialmente creados gracias a los Fx.
La actriz protagonista, es Mia Wasikowska, que no es lo mejor del film, y se limita a cumplir su papel, donde esta todo el rato como en otro sitio. Menos mal, que por otro lado, tenemos a un perfecto Sombrero Loco, encarnado por Johnny Depp, donde salvo por algún apunte, reproduce muy bien la personalidad del personaje.
Un guión flojo, y todo el peso de la película en los Fx, hacen que baje la media de la calidad de los films de Tim Burton, aunque no por esto deja de ser una película entretenida, pienso, que sobretodo para un público adolescente, aconstumbrado a dejarse asombrar por las imagenes, como ocurre con Harry Potter, o la indigesta Crepusculo.
Recomiendo la película, solo por ver el mundo de Tim Burton, que bien merece la pena, a pesar de contener un guión flojo, y con falta de emoción.