Revista Música
Hoy he madrugado mucho, muchísimo, y es que los exámenes están a la vuelta de la esquina y, como de costumbre, estos últimos días me toca hacer todo lo que no he hecho a lo largo del semestre. He desayunado fuerte, y con la única compañía de la luz del flexo y toda mi música en reproducción aleatoria me he entregado a los divertidísimos apuntes de gramática inglesa, una de mis asignaturas preferidas como podreis imaginar. De un tiempo a esta parte se me acumulan los discos para escuchar y apenas tengo tiempo para dejar que sea mi reproductor el que decida lo que voy a escuchar, algo que siempre me ha encantado hacer y que me ayuda a rescatar canciones olvidadas, condeadas a cubrirse de polvo en alguna carpeta escondida en el más recóndito lugar del disco duro. Hoy, cuando se suponía que debía estar más atento al papel que a lo que llegaba a mis oídos, he ido reencontrándome con algunas viejas amigas de las que ya os iré hablando estos días, pero hoy quiero compartir una a la que me ha hecho especialmente ilusión ver de nuevo, Alicia en el País de los Espejos, de Mikel Izal. Mi tocayo y paisano (aunque afincado en Madrid) es uno de los nombres más visibles del circuito de la canción de autor madrileño, y el año pasado publicó un disco, Metro a Metro, en el que incluía esta canción, que habla de un tema que, por desgracia, nos ha tocado de cerca a todos, la anorexia. Lo que más me gusta de la canción es que, a pesar de tratar un asunto tan jodido como es esta enfermedad, lo hace mediante una serie de paralelismos con la protagonista de la novela de Lewis Carroll y el resultado es precioso, conmovedor...