
"Nido vacío" empieza con un robo: a la inspectora Petra Delicado le quitan su pistola. Quien se la lleva es una niña que no ha cumplido aún diez años. A partir de ahí, hay algún que otro asesinato y una historia de mafias de pornografía infantil, de niñas desvalidas y madres que no lo son tanto, con el paisaje de la explotación sexual y la inmigración de fondo, que, como en buena parte de las novelas negras actuales, atisbamos según se desarrolla la investigación de los policías. Esto, que es a priori una rémora de este tipo de novela, pues no hay profundización en los temas ni personajes vistos desde dentro sino desde la mirada de los investigadores, queda aquí compensado porque vemos cómo todo eso les afecta a Garzón y a Petra, como influye en sus vidas, y la empatía con el lector fluye con naturalidad. Quizá haberse metido dentro de las mafias, haber contado los horrores desde más cerca y con mayor detalle sólo nos habría llevado al tremendismo, a la exhibición impúdica del dolor y el sufrimiento de los seres humillados y ofendidos. Ya digo: creo que Giménez Bartlett ha acertado esta vez de lleno. No faltan en la novela meditaciones muy interesantes, diálogos que tratan los problemas abordados con inteligencia, y esa manera de ir deslizando en el transcurso de la trama algo más, mucho más que la simple narración desnuda de los hechos es un acierto sin duda de esta escritora que escribe novela negra pero no renuncia a su talento y a su buen hacer, demostrado en otras novelas que no son de género. "Nido vacío" es una buena novela, de esas que aprecian y acogen con alegría los aficionados al género.