Una dieta sana y equilibrada nos permitirá eludir algunos problemas físicos y mejorar nuestra salud emocional, no hay que olvidar que lo que pensamos y sentimos está profundamente relacionado con lo que nos llevamos a la boca.
Queremos dejaros algunas recomendaciones relacionadas con la alimentación que nos pueden ayudar a mejorar nuestro estado de salud, aumentando nuestra energía y haciendo mas llevadera la difícil tarea de cuidar:
- Evitar ingerir los alimentos llamados chatarra, que son bajos en nutrientes y además contienen sustancias nocivas como conservadores artificiales, edulcolorantes, pesticidas químicos, hormonas, así como evitar otros elementos nocivos para la salud por ejemplo: sal, azúcar refinada, grasas saturadas o harinas refinadas.
- Controlar la ingestión de comida basura o rápida. Esta alimentación se caracteriza por un contenido excesivo de calorías, grasas y sal. Las consecuencias inmediatas del abuso de comida rápida pueden ser: exceso de peso, colesterol elevado, aumento de la presión arterial, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
- Comer abundantes frutas y verduras, granos, semillas, frutos secos, germinados, hortalizas, líquidos de origen natural como lo son agua, jugos y algunos tes.
- Hacemos especial hincapié en una adecuada ingesta de líquidos, sobre todo en verano es necesario beber a pesar de no tener sed.
- Sería recomendable hacer al menos una vez al año una dieta depurativa que nos ayude a eliminar las toxinas que acumulamos y que pueden estar causando algunas afecciones en nuestro organismo. En este caso es recomendable ponerse en manos de un experto nutricionista y no actuar por nuestra cuenta.
- Mucho cuidado con las dietas de adelgazamiento no controladas por el médico o el nutricionista que no solo no nos harán adelgazar sino que pueden perjudicar seriamente nuestra salud física y emocional.