Vaya por delante la consideración y admiración que le tengo al administrador del magnífico blog de mundodesconocido, soy seguidor de sus audioprogramas y desde ya hace bastante tiempo. No por ello puedo dejar pasar en alto las afirmaciones que en este último programa nos ha hecho en referencia a la alimentación puesto que no en todo lo que se dice comparto la opinión aun entendiendo que reconociendo una de las finalidades de la OMS y FAO también es el control sobre nuestros alimentos y por ende el control sobre las presiones que la industria, la economía y los intereses ocultos de aquellos que realmente dirigen a la sociedad buscan, acaban imponiendo por ley a todos lso ciudadanos del mundo.
No quisiera caer en el populismo de defenestrar ni generalizar las directrices que tanto la FAO como la OMS facilitan para la alimentación mundial, y por ello no quiero que nadie piense que mi opción es apoyarlas en todo su contenido. Pero viendo y analizando los diferentes conceptos que se vierten y comentan en el audio video de este fantástico blog quisiera matizar algunos conceptos.
Carnívoros.
No somos carnívoros, si no omnívoros, de hecho una notable diferencia entre un carnívoro y un omnívoro recae en la largura de los intestinos y las consecuencias que conllevan en cuanto a la fermentación colónica de las proteínas de las cuales están formadas prácticamente en su totalidad las carnes y en menor medida pero aun así considerablemente los pescados.
En este capítulo y sin querer extenderme por no aburrir podríamos introducir todo el ámbito de la consanguinidad y la tipología de sangre que existe en los seres humanos, 5 tipos de sangre donde los nutrientes juegan papeles diferentes, la toxicidad la metabolización e incluso los antígenos para los alimentos varían en cada una de estas tipologías de sangre. Una teoría donde la medicina alopática no se ha querido meter y de momento calla, por su puesto por la cantidad de interés metidos en esta industria y manipulación de la alimentación. Sin duda el futuro en la nutrigenómica, dieta genómica, la nutrigenómica o genómica nutricional corresponde a una nueva rama de las ciencias que estudia el efecto de la nutrición a nivel molecular y genético. La nutrigenómica permitirá interpretar a la nutrición desde una perspectiva básica con información derivada del nivel genómico, hasta la utilización de nuevas herramientas para la selección de diversos alimentos y nutrientes y su metabolismo.
Si en contra del consumo de lácteos
En este apartado me alineo bastante en la consideración de no consumir asiduamente y en una gran medida lácteos, de hecho soy partidario de la opinión de que los problemas de osteopenias y osteoporosis latentes en más del 75% de las mujeres en edades menopáusicas son debidas a la sobre calcificación que han llevado a través de la dieta durante todas sus vidas con un alto contenido en lácteos. Por razones de absorción y detección del calcio en sangre, el cuerpo lo detecta y se desprende de él aunque no es asimilado ya que existe una triangulación entre la absorción de calcio, hiero y vitamina D es una u otra molécula la que es absorbida por el fijador o encima.
La leche también nos aporta disyuntivas en cuanto su azúcar, la lactosa, y La galactosa que es sintetizada por las glándulas mamarias para producir lactosa, disacárido formado por la unión de glucosa y galactosa, por tanto el mayor aporte de galactosa en la nutrición proviene de la ingesta de lactosa de la leche.
Está compuesta principalmente por agua, iones (sal, minerales y calcio), glúcidos (lactosa), materia grasa y proteínas. Nutrientes perfectamente asimilables de otros alimentos sin la cantidad glúcidos(azúcar) y calcio que ésta nos aporta
No en cuanto a las Toxicidad de los carbohidratos
Si en cambio en cuanto a la utilización de carbohidratos refinados, de hecho todo en lo que el sol haya intervenido para su crecimiento está formado por carbohidratos, por lo tanto tanto cereales como verduras hortalizas y ensaladas así como legumbres y leguminosas tendrán en su contenido carbohidratos, no podemos generalizar ya que encontraremos gran diferencia entre ellos. Por lo tanto si que deberemos entender que los carbohidratos son fuente de energía, y que dependiendo el tipo de alimento que tómenos además de un aporte energético encontraremos otros macro y micronutrientes necesarios.
Los cereales a ser posible Integrales y consumidos combinados con verduras y vegetales. Consumir durante la mañana o al medio día no a la noche. Lo mismo que los tubérculos.
El concepto del índice glucémico Insulina
En el audio video se hace referencia al choque insulínico que se genera ante la “digestión” o consumo de hidratos de carbono, pero deberemos tener especial atención en aquellos en los que su índice glucémico sea alto, así como el azúcar, las harinas refinadas y las patatas y tubérculos.
Glúcidos o hidratos de carbono o Carbohidratos o CH
Las moléculas elementales de los hidratos de carbono o glúcidos son azúcares simples o monosacáridos como la glucosa, la fructosa, galactosa, etc…
Se encuentran en diferente proporción en las frutas; al combinarse producen disacáridos como la maltosa, la sacarosa y la lactosa presente en la leche.
Igualmente, se puede encontrar oligosacáridos, compuestos por 3 a 10 monosacáridos, y polisacáridos, constituidos por 10 hasta varios centenares de miles de monosacáridos.
El ser humano puede digerir y asimilar algunos polisacáridos, como las féculas vegetales o almidones comestibles presentes en patatas, judías, remolachas, legumbres, cereales y granos. Con ellos se elaboran productos como el pan, las pastas, etc.
Los hidratos de Carbono consumidos en la dieta son degradados por el sistema digestivo hasta su reducción en azúcares simples -glucosa, galactosa y fructosa-, que serán asimilados por el organismo a distinta velocidad. La galactosa y la fructosa requieren de un proceso digestivo para ser transformadas en glucosa y poder ser asimiladas en la sangre, por lo que resultan más lentas respecto a aquellas fuentes ricas en glucosa como los dulces, el pan, las bebidas azucaradas, etc., que no precisan de digestión.
La glucosa constituye la fuente principal de energía para el sistema nervioso central (SNC.), ya que éste depende casi exclusivamente de su aporte para poder funcionar adecuadamente; por eso, cuando la glucemia (nivel de azúcar en la sangre) cae excesivamente, se minimiza la actividad cerebral, viéndose afectado el resto de las funciones orgánicas y apareciendo síntomas de “hipoglucemia” (niveles de glucosa sanguínea por debajo de 50 Mg./dl), lo que se exterioriza por medio del cansancio, sueño y decaimiento.
En esta situación el organismo genera la necesidad de consumir alimentos ricos en hidratos de carbono para “alimentar” al cerebro, lo que provoca sensaciones de hambre, ansiedad y deseos de ingerir dulces, además evidentemente de la adicción que la sacarosa produce.
Esta es una situación que se evita mediante una adecuada organización de la dieta, manteniendo unos niveles de glucosa sanguínea estables, de tal modo que el cerebro siempre se encuentre adecuadamente nutrido y no se produzcan alteraciones en el equilibrio metabólico, con el fin de no afectar al rendimiento.
Por otra parte, ante un consumo excesivo de hidratos de carbono, los niveles de glucosa sanguínea aumentarán exageradamente, provocando una serie de reacciones perjudiciales para el metabolismo, así como una importante acumulación de grasa corporal, especialmente en la zona media y sí aquí entonces hablar de contraproducentica pero no de toxicidad, por lo menos a mi juicio
Desde el punto de vista nutricional los hidratos de carbono “no se clasifican por la forma en la cual se encuentran en la naturaleza”, es decir, como azúcares simples (monosacáridos) o azúcares complejos (polisacáridos).
Son clasificados según la velocidad con que se asimilan en la sangre como glucosa y, paralelamente, por la forma en que determinan el aumento en el nivel de glucemia; este aumento provoca como respuesta del páncreas una secreción de insulina, que será más violenta y voluminosa, cuanto más alta y rápida suba la glucemia tras ingerir un alimento.
Este concepto permite clasificar los hidratos de carbono de acuerdo al principio de “Índice Glucémico” (IG), donde se catalogan basándose en la respuesta que éstos determinan en la glucosa sanguínea, y la correspondiente reacción pancreática insulínica.
Los hidratos de carbono, como los granos y almidones (presentes en pan, bollos, pasteles, dulces, etc.), se asimilan rápidamente en la sangre causando una rápida subida de la glucemia, acompañada de secreciones elevadas de insulina para normalizar y contrarrestar el nivel alcanzado; sin embargo, las frutas poco maduras o las legumbres (judías verdes, lentejas, etc.), al ser asimiladas más lentamente, generan un flujo moderado de glucosa hacia la sangre y una respuesta insulínica más atenuada y favorable para el organismo.
A modo de guía, para organizar adecuadamente la nutrición se pueden catalogar los alimentos por su índice glucémico
BAJO IG:
Verduras verdes, algunas frutas poco maduras como manzanas, fresas, peras, cerezas y legumbres en general
MODERADO IG:
Algunas frutas Manzanas, Naranja, Peras o Zumo de manzana
ALTO IG: harinas, algunas frutas muy maduras -plátanos, uvas, dulces en general, zumos de frutas, etc.
Nuestro cuerpo acumula los glúcidos en forma de glucógeno en el músculo y en el hígado. Las reservas son limitadas; se agotan hora y media o dos horas después de comenzar el ejercicio intenso, de ahí que la dieta deba aportar cantidad suficiente de carbohidratos para restituir las pérdidas y evitar la fatiga temprana.
Todo hidrato de carbono tiene una característica común y es que una vez ingerido, genera una determinada cantidad de glucosa en sangre. El azúcar blanco, por ejemplo, genera mucha más cantidad de glucosa en nuestro organismo que la fructosa.
El índice glucémico es un valor numérico que se le asigna a un Carbohidrato ya sea almidonado o fibroso en función de la curva de insulina que describa una vez ingerido, en relación a la que describe la glucosa.
En un lenguaje menos técnico y más coloquial, podríamos decir que el índice glucémico es un valor numérico que expresa la cantidad de glucosa que genera un carbohidrato en nuestro organismo una vez ingerido en relación a la que genera la glucosa. Por ejemplo, cuando afirmamos que la fructosa tiene un índice glucémico de 23, en realidad lo que se pretende expresar es que la fructosa genera en sangre el 23% de glucosa en relación a la que generaría el azúcar blanca (glucosa).
Si entendemos que el mayor aporte energético lo necesitamos al levantarnos, en el desayuno, para abordar la actividad que nos aguarde el presente día y por llevar ocho o diez horas sin comer, deberíamos entender también que los carbohidratos de mayor índice glucémico deben ser ingeridos a primera hora (cereales integrales de trigo integral ó avena, pan integral)… A medida que el día avanza, debe ir disminuyendo el índice glucémico de los carbohidratos que se vayan a ingerir pues los requerimientos energéticos también van a ser menores.
Es por ello que nunca se recomienda la ingesta de carbohidratos almidonados por la noche (pasta, arroz, patatas, batata, boniato, guisantes, etc..) pues la inactividad que prosigue a la cena (ver la televisión escuchar música o leer y luego irse a dormir) va a obligar al organismo a transformar, gran parte de la glucosa que ha generado dicha ingesta, en grasa.
Lo más recomendable en las cenas es ingerir carbohidratos fibrosos (judías verdes, brócoli, acelgas, espinacas, alcachofas, tomate, lechuga, espárragos..) de índice glucémico moderado, de tal manera que la glucosa generada en sangre sea la necesaria para tener alimentado nuestro sistema nervioso sin que se produzca una hiperglucemia sanguínea que acabe incrementando irremediablemente el porcentaje de grasa. No debemos pasar por alto que el tipo de tratamiento culinario que se le dé a un alimento determinado puede variar su Indice Glucémico por ejemplo en el caso de las patatas al horno reportan un IG de 121 si lo comparamos con las Patatas cocidas con un IG de 80 o con el Patatas puré 118. De igual modo nos pasaría con las patatas chips 107 de IG, la fritura y su efecto de pardemamiento nos harían bajar el IG, pero evidentemente el aceite con el que las freímos hará subir notoriamente las grasas.
El equilibrio Acido Base
Otra función de vital importancia que debe estar contemplada en el diseño de un abordaje nutricional inteligente y adecuado es el mantenimiento y equilibrio del ácido base.
En condiciones optimas de salud, Respuesta inmunológica y rendimiento nuestro PH (unidad de medida del equilibrio acido-base) debería rondar los 7,2. Esta dinámica es regulada por mecanismos denominados Buffers.
Todos los alimentos que consumimos juegan un papel crucial en este equilibrio y modifican esta tendencia ya sea hacia la acidez como hacia la alcalinidad.
Es importante dejar claro que nuestro organismo tiende inevitablemente hacia la acidez. Las enfermedades graves, los rendimientos muy bajos y los estados de ánimo depresivos coinciden con estados muy marcados de acidez metabólica.
La vida sedentaria, el Stress. La mala alimentación el alcohol, el fumar y las drogas aceleran esa acidificación deteriorando y envejeciendo nuestras células.
También genera el mismo efecto el entrenamiento excesivo, mal llamado sobreentrenamiento. Por el contrario la actividad física, los hábitos saludables de alimentación y entreno y la eliminación de factores de riesgo alcalinizan nuestro medio a través de la acción de Buffers o Tampones alcalinizántes como los bicarbonatos o fosfatos permitiéndonos ese importante balance de nuestro medio interno. Podemos entones también clasificar los alimentos según su efecto Ácido o Alcalino en nuestro organismo, aclarando que la condición del alimento no es lo mismo que su acción ácida o alcalina, algo que confunde a muchos especialistas.
Como alimento neutro generador natural de ese equilibrio Acido base podemos señalar a todos los cereales integrales cocinados y con sal marina
En el extremo ácido y presentado de manera gradual de menos a más encontramos primero Las verduras, en segundo lugar Las Frutas. Estos dos grupos que ocuparían el lugar de los alimentos acidificantes moderados. En un tercer grupo ocupando el lugar para los alimentos en el extremo ácido encontraríamos los azúcares simples, los edulcorantes, Lácteos, Grasas y Harinas Blancas
En el otro extremo, el Alcalino y nuevamente de una manera gradual encontramos en el primer grupo lo Huevos que juntamente con el segundo grupo donde encontramos Las Carnes Blancas formarían el tándem de alimentos con un efecto alcalinizante moderado. En el tercer grupo y situado en el extremo alcalino encontraríamos las Carnes Rojas los Embutidos y la Sal de Mesa.
Después de este planteamiento podemos ver que de nada sirven las prehistóricas formas de contar calorías y hacer un balance entre lo que entró en nuestro organismo y lo que salió. En consecuencia, se puede comer muy poco y aumentar de peso y también se puede ingerir una gran cantidad de calorías al día y reducir el peso.
¿Cuántas veces por día se bloquea la combustión de grasas?
Cada vez que se anula la acción del Glucagón (hormona que permite al organismo quemar la grasa del tejido adiposo) con la ingesta de Azúcares o Alimentos de Alto Índice Glucémico produciendo éstos a su vez una activación innecesaria de la Insulina (Hormona responsable de la regulación de los niveles de azúcar en sangre).
Cuando el azúcar, edulcorante o alimentos de IG (Índice glucémico) alto ingresan en nuestro organismo, el cerebro avisa al páncreas que segregue insulina. Esta Hormona se viertes en el torrente sanguíneo en cantidades superiores a las necesarias (el equilibrio se mantiene en el caso de las ingestas de carbohidratos complejos integrales donde la cantidad de insulina es proporcional a la cantidad de carbohidratos que ingresan, de ahí su neutralidad en la acidificación y alcalinidad de este alimento).
La insulina es antagónica con el Glucagón lo que produce automáticamente un bloqueo de la combustión de grasas con su consiguiente acumulación en forma de tejido adiposo. Un ejemplo de este mecanismo metabólico podría ser el que cada vez que ingerimos Azucares o alimentos que producen un shock insulínico, la disponibilidad energética su 1 pero baja 7 lo que nos induce a consumir azúcar nuevamente para mantener ese estado engañoso.
Este ciclo repetido produce un estado que los especialistas denominan ciclotimia, ya que tiene una relación directa con los estados de ánimo. Para los psiconeuroinmunólogos está muy claro que las conductas obsesivo compulsivas se producen siempre en cuadros de hipoglucémia por lo cual sería fundamental cuidar convenientemente este equilibrio a través de nuestra alimentación, más aún cuando buscamos llevar a lo más alto nuestro rendimiento.
Aquello que procura el sustento y la conservación de la vida es el proceso de transformación de la materia en energía y, recíprocamente, de esta última en materia. La energía, por tanto, se obtiene de las substancias que proporcionan los alimentos.
Cuanta más energía es necesaria para subsistir, tanto mayor es la cantidad de alimentos que, evidentemente, se necesita consumir. Si se compara esto con la energía producida por el motor de un automóvil, es obvio que no gasta la misma cantidad de combustible una motocicleta que un deportivo. A mayor motor, mayor exigencia, más cantidad de combustible y de mejor calidad.
No tiene el mismo gasto ni los mismos requerimientos el “motor” de una persona sedentaria que el de un deportista.
Resulta crucial para la organización de los menús la distribución de las comidas, en cuanto a cantidad y tipo de alimentos.
Existen muchas dietas en las librerías o en las revistas del sector y, sin duda, todas ellas sirven, todas funcionan en alguna medida. El problema radica en que todas dietas no valen para todo el mundo.
Lo que determina su validez es su capacidad para ayudarte a eliminar grasa y mantener la masa muscular, o bien, aumentar tu peso muscular manteniendo el nivel de grasa estable. Es decir, la dieta adecuada es aquélla que permite obtener los objetivos propuestos de la forma más conveniente y eficaz.
Recomendaciones generales
Aunque puede parecer obvio resulta conveniente dejar bien sentados los importantes beneficios que implica tanto par la salud como para la disponibilidad funcional el hecho de limitar en todo lo posible los denominados factores de riesgo que incluye:
El hábito de fumar, el consumo frecuente de alcohol, la utilización de drogas y fármacos, la vida sedentaria, el estrés que supera nuestra capacidad de respuesta (distrés), y por supuesto los hábitos nocivos de alimentación: excesivo consumo de comida industrializada y refinada, ausencia en la dieta de alimentos completos e integrales que conserven su calor biogénico, alto porcentaje de grasas animales, frituras, azúcar, golosinas, gaseosas, bebidas carbonatadas, edulcorantes y productos químicos, como así confundir costumbres y mitos propios de nuestra cultura e idiosincrasia con los fundamentos de una Alimentación Saludable.
En términos generales debemos disminuir o evitar la utilización de alimentos industrializados por su alto contenido en productos químicos tales como: contaminantes, colorantes, conservantes, emulsionantes y edulcorantes que son de comprobados efectos nocivos para nuestros organismos y que además de no proporcionar nutrientes dañan nuestras estructuras celulares, las envejecen prematuramente, debilitando al sistema inmunológico y favoreciendo el desarrollo de diversas enfermedades algunas de ellas irreversibles
Reducir progresivamente hasta eliminar la ingesta de azucares simples, edulcorantes y alimentos que los contengan. El azúcar y todas sus formas de manifestación así como los alimentos de alto índice glucémico son la principal fuente de deterioro de la forma física y alimentan directamente las células cancerígenas (john Hopkins Hospital).
Incrementar el consumo de Cereales Integrales (Maíz, Arroz, Avena, Cebada, Centeno, Sarraceno, Mijo y Trigo) y sus derivados como el pan, las galletas los gricines y las pastas integrales. En la academia son cocinados con agua libre de minerales y sal Marina rica en Yodo, no sal Yodada que aporta otros minerales en demasía.
Los productos comerciales que aparecen como Cereales tales como los copos, smaks, barritas de cereales y demás NO son aconsejables desde ningún punto de vista ya que contiene gran cantidad de azúcar, químicos y generan una alteración drástica del Índice Glucémico; además de ser productos refinados de escaso valor nutricional.
Limitar el consumo de lácteos, especialmente el yogurt comercial por su alto contenido en edulcorantes, colorantes conservantes y aditivos, prefiriendo quesos magros y ricotta que aportaran en combinación con otros alimentos las cantidades optimas de calcio y proteínas. Estos son aún más relevantes en el caso de las mujeres.
Olvida todo lo que has escuchado acerca de productos mágicos que te vuelven inmune a todo y que regulan tu condición interna tales como Activia, Actimel y Danonino y similares. Son absolutamente nocivos, fueron prohibidos en USA como medicamentos y su patente fue comprada pro la industria alimenticia que logro su dudosos permisos para comercializarlos como alimento con la condición de úselo por 14 días.
Estos productos han sido desechados por las industrias Farmacéuticas, por los problemas que generan en la salud de los pacientes y luego comercializados irresponsablemente por las empresas de alimentos, sobretodo en Argentina y en Latino América donde los controles son nulos.
Está más que claro que la causa de enfermedades como la osteoporosis, cáncer y otras similares no se producen por falta de lácteos y calcio en la dieta, sino por su excesivo consumo que comienza activar mecanismos de eliminación de este vital elemento de las placas óseas produciendo carencia del mismo y dificultad en su asimilación.
Como ejemplo detallar que ninguna persona genera este tipo de enfermedades salvo que consuma grandes cantidades de estos alimentos. En las culturas que no se consumen lácteos no existen estas dolencias ni tipos de cánceres como el de mama o de útero.
Se han de preferir las carnes de pollo y pescados, como también las claras de huevo como base del aporte de proteínas de alto valor biológico. Entre las carnes rojas elegir los cortes magros y evitar los embutidos por su alto contenido en grasas animales
Es de fundamental importancia la presencia del pescado en las ingestas. Son fuente vital de Omega 3; nutrientes que cumplen funciones biológicas de gran importancia y son responsables de gran parte del proceso de prevención antienvejecimiento celular. También cabe aclarar la efectividad comprobada de los suplementos Omega 3 a fin de cubrir esta necesidad.
Sal Marina es de vital importancia que en vuestras casas reemplacéis la sal común de mesa, rica en químicos muy nocivos para la salud, por sal Cristalina del Himalaya o Por Sal Marina Integral, aportando de este modo una gran variedad de minerales y oligoelementos, que resultan fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo.
En cuanto a otros condimentos consideramos una opción inteligente la utilización del Aceite de Oliva, Aceite puro de Arroz, Zumo de limón, Aceite de Soja y Semillas de Sésamo. El vinagre, por su condición acidificante es conveniente evitar o disminuir su uso.
Entre los vegetales preferir:
Achicoria, Zanahoria, Ajo, Perejil, Cebolla, Brócoli, Repollo, Repollo de Bruselas, Calabaza, Berro, Rabanitos, Coliflor, Apio, Remolachas, Acelgas, espinacas con tendencia alcalinizante
Restringiendo el consumo de
Berenjena, Tomate, Patata, Batata, Pepino, Pimientos, espárragos pro su condición acidificante.
Entre las frutas preferir:
Manzana, Frutilla, Melocotón, Sandía, Castaña, Mora, Avellanas, Melón, Nísperos, Damascos, Almendras y nueces.
Restringiendo o dejando para uso ocasional el consumo de:
Coco, ananá, dátiles, Mango, Palta, Uva, Higos, Cítricos y Bananas.
en términos generales debemos preferir frutas de la estación y del lugar en donde vivimos ya que su composición química como así también su contenido de nutrientes se adaptan específicamente a nuestro clima aportando al organismo los elementos necesarios para responder al mismo. Demás esta aclara que debe ser completamente diferente es el planteo nutricional para una persona del Caribe que para una que reside en la Antártica.
Evitar el uso de Margarinas vegetales. Resultan sumamente nocivas para el organismo por su alto contenido en grasas trans y otros lípidos muy perjudiciales para la salud. Estas grasas también se denomina Franken y son las más perjudiciales de todas, son utilizadas por los fabricantes para convertir los aceites vegetales en margarinas y grasa vegetal y se presenta Sólidos a temperaturas ambiente. Asimismo los fabricantes utilizan aceite vegetal parcialmente hidrogenado para destruir algunos de los ácidos grasos esenciales como el linoleico y linolenico ya que estos tienden a oxidarse muy rápido y ponen rancia la grasa. Las patatas fritas y todas las comidas rápidas contienen estas grasas trans como conservantes llamadas por organismo de saludo “grasas asesinas” (Trans Fatty Acids Coronary Disesae, Arnold Hill, Harvard University Department of Nutricion).
En otra ocasión podemos hablar de la cetogenesis y la neoglucogenesis, producción de ATP (energía celular) a través de la proteínas y las posibles consecuencias hepáticas de un abuso de esta “dieta” o concepto de alimentación tan propagado por las dieta milagro o dunkan u otras dietas de las llamadas proteicas. Por ello la importancia de una dieta equilibrada y la defensa de las 5 ingestas día. Los procesos de ayuno y los cuerpos cetónicos. La Delgadez extrema no es salud, así como que dietas de adelgazamiento hay miles que funcionen aun siendo contraproducentes para la salud.
Y no olviden que la felicidad también es buena para nuestro organismo y que comer bien también nos aporta felicidad, y ésta tambein es sumamente importante para vivir equilibrado y en paz en esta realidad terrenal que nos ha tocado vivir
Un saludo!!!