Pocos pasajeros del vuelo 2202 Sevilla-Barcelona de Vueling se podían imaginar que su primera relación con el Salón Alimentaria que se inauguró ayer en la ciudad condal, estaría en los aires. Algunos se habían planteado usar la hora y media del trayecto para echar una cabezada ya que habían madrugado para poder coger la primera conexión aérea del día.
Pero la sorpresa surgió cuando dos de los más reputados consultores en innovación que hay en España, Alfons Cornella y Antonella Broglia, de Infonomía, la red de referencia en el mundo hispano en temas de negocios e innovación, les animaron el viaje con una serie de cuatro minicharlas sobre temas novedosos relacionados con el mundo de la alimentación, como el e-commerce, innovadoras aplicaciones en la logística, la agricultura urbana o las nuevas tendencias en comercio minorista, convirtiendo el vuelo es un foro de actualización rápida de conocimientos relacionados con el sector.
Los cerca de 300 pasajeros, en su mayoría andaluces que viajaban por negocios, para visitar el Salón, acabaron conociendo cómo la forma más novedosa de potenciar el comercio electrónico de las empresas pasa actualmente por desarrollar redes sociales con los consumidores que actúan de prescriptores para potenciales clientes. O la expansión que va a tener en los próximos años la agricultura hidropónica, el cultivo sin tierra de frutas y verduras. O la potencialidad de reducción de costes en el sector logístico que aportan las nuevas etiquetas de radiofrecuencia o con códigos QR. O que es lo último en distribución al por menor, como las tiendas de prueba y las recompensas individualizadas inmediatas.
Es la segunda edición. Vueling e infonomía arrancaron este modelo de colaboración con la celebración hace unas semanas de Fitur, la feria del turismo que se celebra en Madrid, con pasajeros procedentes de Barcelona.
Esta experiencia es parte de una nueva estrategia de la filial de Iberia por de diferenciarse. Ha decidido usar los aviones para realizar actividades complementarias que aporten más valor al pasajero por el mismo precio. Esta práctica ideada por Vueling, no se circunscribe al ámbito formativo sino que se amplía a actos más lúdicos como las catas de productos o cócteles ya desarrolladas en algunos vuelos. La sorpresa es el factor fundamental. Y la fidelización del cliente el objetivo.
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