Revista Opinión
El artículo que sigue lo escribió Jaime Bayly, periodista del principal canal latino de EEUU. Dice que el mismo pueblo que quería a Madona de técnico de la selección argentina es el que va a volver a votarla.
“Maradona es arrogante, y más que arrogante, ignorante, y más que ignorante, agresivo en su ignorancia. Fue un virtuoso como jugador, pero no es un hombre inteligente, no es siquiera medianamente inteligente. Es un hombre lleno de complejos y resentimientos, un hombre turbado por las bajas pasiones, un enfermo en permanente rehabilitación, un hombre incapaz de ser humilde y escuchar las críticas y razonar serenamente. Es un hombre endiosado y adulado y por tanto un hombre engañado y mal informado. No posee inteligencia natural para razonar el juego del fútbol, como no posee inteligencia emocional para gobernar y expresar sus pasiones. Ama a sus hijas pero no reconoce a su hijo italiano. Ama y adora a Chávez y a Fidel Castro porque los gringos no le dieron la visa para ir a Disney. Se pelea hasta con su sombra. Está siempre molesto, crispado. Cuando la prensa critica el mal juego de su selección, se enfurece y dice bravuconadas de matón. Cuando clasifica a duras penas al Mundial, sale con procacidades: que me la mamen ahora los que me criticaron. Pues ahora ¿quién es el mamón, quién debe mamársela a quién? Porque, por lo visto, quienes criticaron la natural incompetencia de Maradona para ejercer un cargo para el que no daba la talla (el entrenador de fútbol tiene que ser, ante todo, un estratega, y un estratega tiene que ser, ante todo, un hombre inteligente) tenían la razón. Maradona nunca debió ser entrenador de la Argentina porque no está dotado de las mínimas facultades para desempeñar ese cargo.
“Es comprensible que sus compatriotas lo amen con desmesura y prescindiendo de toda razón debido a las alegrías que Maradona supo darles como jugador de fútbol; es menos comprensible que ese amor los turbe y enceguezca al punto de no advertir lo que ya en las eliminatorias parecía evidente, y aún antes: que Maradona nunca será un buen entrenador porque si no puede gobernar su vida, sus palabras, sus turbias pasiones, sus odios y complejos y resentimientos, menos podría gobernar a la selección argentina.
“El fracaso de la Argentina ante Alemania puso en evidencia esa simple verdad: que el mariscal que comandó al regimiento argentino estaba lastrado por la torpeza, la ineptitud y la arrogancia. Como consecuencia de ello, no eligió a sus mejores hombres, sino a sus mejores amigos. Como consecuencia de ello, Alemania destruyó a un aturdido batallón argentino y humilló a quien se creía Napoleón.
”Respecto a la presidente Argentina, es lamentable la pobre imagen que brinda, siempre disfrazada con costosos vestidos, y actuando siempre en función de votos, en lugar de pensar en el país que gobierna. Sólo proclama con labia rebuscada los magros trabajos que ejecuta su gobierno, que siempre ronda en torno a los desocupados, a los hambrientos y a los pobres, que al ser mayoría, aplauden y votan a cambio de un bolsón de comida y de unos pesos sin darse cuenta en su ignorancia que ellos los hacen pobres por un mendrugo de pan! ¿Qué pasa que los argentinos no reaccionan? Tienen temor a las represalias de los gremialistas y de los piqueteros, que manejan con habilidad el gobierno, un gobierno compuesto por personajes siniestros, ladrones y corruptos, un gobierno que se escuda en Chávez y Morales, y no tiene el valor de ejecutar obras como Lula... Señores... ¿qué se puede esperar sino nada de esa dama que los gobierna, que tiene un titulo trucho de abogada, y tiene la desfachatez de decir que Obama copió el programa de gobierno de Perón y de su marido y ex presidente, el líder mundial de los corruptos, ladrones y usureros? No se desesperen, todo cambiará cuando los argentinos tengan el valor de juntar a Maradona y a Cristina en una procesadora y fabriquen alimentos balanceados para perros que no sé si lo comerán”.