
Con la llegada de noviembre, las temperaturas bajan de forma casi definitiva y las horas de luz disminuyen de manera considerable, ya que amanece más tarde y anochece antes. El frío comienza a palparse y la ropa de invierno impera en todas las personas (o casi), ya que en el mediterráneo, su excelente clima incita a disfrutar del rato diario de sol y la playa (haga frío o no). Pero esa no es la tónica habitual. De la misma manera que hacemos cambio de armario, t ambién debemos adaptar nuestra dieta al clima otoñal.

Jengibre y ajo: seguro que nunca imaginasteis que estos dos productos os serían útiles en otoño,y mucho menos a estar los primeros de esta lista de alimentos, pero la verdad es que ambos os ayudarán a combatir las bajas temperaturas y a combatir los posibles resfriados. Por un lado, con el jengibre no sufriréis dolor de garganta o un catarro durante estos meses debido a sus propiedades expectorantes; por otro, el ajo actúa como un antibiótico natural al contener alicina.
Sopas, caldos y cremas: la mejor forma de elaborar una deliciosa sopa es cocinarla en casa con verduras, pollo o pescado. Son perfectas para entrar en calor porque se toman calientes y además favorecen la hidratación. Asimismo, los caldos aportan gran cantidad de nutrientes y, aquellos que incorporan pollo, cuentan con propiedades antiinflamatorias. En versión crema, añadiremos más fibra, nutrientes y consistencia al plato, pudiendo llegar a hacer un excelente plato principal completo y equilibrado.
Legumbres: España siempre ha sido un país en el que los platos de cuchara prevalecían en los meses de invierno respecto a otras elaboraciones. Esta es la razón por la que los garbanzos (el famoso cocido), las lentejas o las judías son muy comunes a partir del momento en el que bajan las temperaturas. Las legumbres son comidas saludables, deben formar parte de una dieta equilibrada y aportan minerales, proteínas y diferentes vitaminas. A ello se le suma que son bajas en grasa y ricas en fibra.
Pescado: las grasas saludables, especialmente el Omega3, ayudan a combatir el frío. Este tipo de grasas están en el pescado azul (sardinas, salmón y atún, entre otros), pero también en otros alimentos saludables ideales para la opción vegetariana que aportan energía como el aceite de chia o el de soja.
Pasta, arroz y pan de granos enteros: los carbohidratos presentes en el grano completo aportan calor suficiente como para hacer frente a las bajas temperaturas y a mucho más!
Con estos ejemplos, ya tenéis algunos de los ingredientes saludable que debéis incorporar a vuestra dieta equilibrada para afrontar con garantías los meses de frío. A pesar de todo, no os olvidéis de incluir verdura a diario, ya sea al vapor, al papillote, a la plancha, hervida, o en ensalada. Las ensaladas de invierno (con ingredientes templados por ejemplo) también pueden ser una opción divertida y saludable.
¿Y vosotros? ¿Cómo afrontáis el frío? ¿Soléis tomar infusiones, sopas, consomés o caldos más a menudo? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!
Besos desde mi blog!!
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