Alimentos orgánicos

Siguiendo con nuestro anterior post, empezaremos comentado los contras que suele encontrar la gente a la hora de consumir productos orgánicos. Luego expondremos varias razones por las que la inversión podría salirnos rentable.

Y es que la preocupación más común con los alimentos orgánicos es el costo. Los alimentos orgánicos suelen ser más caros que los convencionales debido, en parte, a la forma en la que son producidos.

Otro punto punto débil, de cara al consumidor acostumbrado a comprar productos convencionales, es que las frutas y verduras orgánicas no están tratadas con cera o con conservadores, por eso no lucen tan brillantes y se estropean antes. Además, los productos orgánicos de una misma especie no suelen tener todos el mismo tamaño, color y forma. Sin embargo, los alimentos orgánicos deben cumplir con los mismos estándares de calidad y seguridad que los alimentos convencionales.

Muchos factores influyen en la decisión de elegir alimentos orgánicos, ya sea por el sabor, por ecología, por moda… Pero muchas personas están optando por los alimentos orgánicos por ciertos factores que deberían preocuparnos, tales como:

Los plaguicidas. La agricultura convencional utilizan pesticidas para proteger sus cultivos de hongos, insectos y enfermedades, pero estos pesticidas dejan residuos en los productos. Comprar alimentos orgánicos limita tu consumo y exposición a estos residuos, ya que contienen muchos menos que los productos convencionales. En teoría, dichos residuos, tanto en productos orgánicos como no orgánicos, no superan los umbrales de seguridad marcados por el gobierno.

Los aditivos alimentarios. Prohibidos o rigurosamente restringidos en los productos orgánicos, ya sean conservantes, edulcorantes artificiales, colorantes, aromatizantes, etc…

Medio Ambiente. Las prácticas agrícolas orgánicas benefician al medio ambiente reduciendo la contaminación y contribuyendo a la conservación del agua y la calidad del suelo.

Optar por los alimentos orgánicos es una decisión muy personal, en estos tiempos no es fácil, la economía de muchas familias no se puede permitir lo que nuestras abuelas conseguían cultivándolo ellas mismas. Si consumes productos convencionales, orgánicos o una combinación de ambos, ten en cuenta estos consejos:

Compra fruta y verdura de temporada siempre que sea posible, lo ideal serían comprarlos en los mercados locales de agricultores.
Lee las etiquetas cuidadosamente. Los productos orgánicos o con ingredientes orgánicos no tienen por qué ser la alternativa más saludable, pueden ser altos en azúcar, sal, grasa o calorías.
Lava bien frutas y verduras con agua, esto ayuda a eliminar la suciedad, bacterias y restos de sustancias químicas de su superficie exterior, aunque no todos los residuos de plaguicidas vayan a ser eliminados por ello. Pela frutas y verduras, aunque esto conlleve perder fibra y nutrientes.