Tener las defensas altas y el sistema inmunológico fortalecido nos ayuda a no pasar por procesos gripales o congestivos, o al menos a reducir sus síntomas. Aquí la alimentación tiene un papel fundamental para evitar que los cambios de temperatura nos cueste un resfriado.
Verduras, frutas y pescados nos ayudan a prevenir los catarros, mientras que la miel, la cebolla o el ajo son grandes aliados para combatirlos, según destaca la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) que da una serie de recomendaciones basadas en la ingesta de alimentos saludables.
“Unos hábitos de vida saludables pueden determinar el estado de nuestras defensas. Así, una alimentación equilibrada acompañada de unos correctos niveles de hidratación y ejercicio, pueden reforzar nuestro sistema inmunitario de manera natural”, advierte la doctora Ascensión Marcos, presidenta de la FESNAD y profesora de investigación del CSIC.
1. Consumir alimentos ricos en zinc, hierro y vitaminas C y D
Desde FESNAD recuerdan que contribuyen al buen funcionamiento del sistema inmunitario. Los alimentos ricos en hierro son el salmón, el atún, las legumbres secas o el hígado. Mientras que los alimentos ricos en zinc son las legumbres, el pescado, la yema de huevo, los cereales integrales, la soja, la levadura de cerveza, las sardinas o los mariscos.
Fuentes alimentarias de vitamina C son algunas hortalizas como el tomate, los pimientos rojos y verdes, frutas como las naranjas, las mandarinas, los kiwis, el melón o las fresas y algunas verduras, entre las que se encuentran las espinacas, las coles de Bruselas. La vitamina D se encuentra principalmente en pescados como el bacalao, el rodaballo o las sardinas, así como en la leche o los huevos.
2. Añade más vitamina B en tu dieta
Refuerza el sistema inmunológico y cuida la salud del corazón y las arterias. Esta vitamina se encuentra en cereales integrales, frutos secos, verduras, frutas y legumbres.
3. Un yogur al día
El yogur ayuda a aumentar tus defensas naturales y, además, son muy beneficiosos en caso de haber caído ya y estar tomando antibióticos. Muchos medicamentos destruyen las bacterias del intestino que componen nuestra microbiota, que se regenera ingiriendo un yogur al día.
4. Cambia el azúcar por miel
La miel tiene propiedades antioxidantes y antibacterianas y ayuda a combatir los virus y las bacterias. La leche caliente con miel es el remedio por excelencia para los resfriados, y es que está probado que la miel es incluso mejor que los jarabes antitusivos, además de ser natural. Asimismo, la miel no solo ayuda a calmar los síntomas, sino que previene los resfriados al incrementar nuestras defensas.
5. Cebolla y ajo en las comidas
La cebolla fortalece el sistema inmunitario y alivia la inflamación de garganta. Además, a diferencia del ajo, no pierde sus propiedades al cocinarse. Por su parte, el ajo ayuda a combatir los virus y bacterias, actúa como antibiótico natural y ayuda a vencer infecciones respiratorias y a calmar la tos. Además, sus propiedades mucolíticas ayudan a expulsar los mocos en procesos gripales y catarrales.
6. Hidrátate
Una ingesta de líquidos adecuada es fundamental para mantener una buena hidratación en caso de resfriado. De esta forma se evita que las mucosas se sequen y se favorece la fluidificación de las secreciones. Asimismo, es recomendable incluir en nuestra dieta bebidas calientes como caldos, sopas e infusiones, además de zumos naturales de limón y naranja, ya que pueden ser una forma apetecible y reconfortante de tomar la cantidad de líquido necesaria.