Desde que el mundo es mundo, los profesionales de RRHH hemos reclamado un papel más estratégico y clave dentro de las organizaciones.
Esta reclamación es una mezcla entre un sentimiento de injusticia, de falta de atención y de impotencia sobre quién quiere conseguir hacer algo pero no termina de lograrlo.
Estos sentimientos son provocados por nuestro convencimiento de la importancia que tiene la gestión de los RRHH, entendiendo que es la palanca sobre la que desarrollar la ventaja competitiva y diferencial de las propias organizaciones.
Aunque existen multitud de discursos de los altos cargos de las empresas en los que no faltan referencias a las personas y su importancia para el futuro de las organizaciones, luego estas palabras no se corresponden con el papel que actualmente nos conceden (salvo excepciones) dentro del nivel estratégico de las compañías, en las que se tira de manual a la hora de definir los pasos a desarrollar:
- Qué la cosa va bien, pues una política de retribuciones altas para atraer al “talento”, mucho gasto en formación (qué eso gusta mucho) y mucha venta de la imagen de la organización.
- Qué la cosa va mal, pues se recorta la plantilla, se bajan sueldos y se acaba la formación.
Es normal que en un conflicto de este tipo, lo más sencillo sea mirar hacia el que tenemos en frente y cargarle de culpas. Con frases del tipo: “¿Cómo no se dan cuenta de que lo que puede hacer una buena gestión de las personas?”, “¿Por qué no estamos en el comité de dirección?”, “Todo son buenas palabras pero a la hora de la verdad, sólo nos dejan hacer tareas operativas o administrativas”, “Sólo se preocupan por los números”… son algunos de los pensamientos que se nos pasan por la cabeza a los profesionales de Recursos Humanos.
Esta posición de enfrentamiento y de “reivindicación” está claro que no conduce a ningún sitio, ya que en la mayoría de las organizaciones seguimos sin conseguir un rol estratégico, por lo que yo quiero plantear otra estrategia que me parece más inteligente (bajo mi humilde punto de vista).
Para convencer hay que demostrar, y si queremos posicionarnos como socios estratégicos de negocio, lo que tendremos que dar son soluciones ante los principales retos que tienen nuestras organizaciones.
¿Y cuáles son los principales retos que tienen a nivel global nuestras compañías en este momento?
Pues bajo mi punto de vista existen 3 grandes retos que afectan de lleno a nuestro trabajo y en los que podemos aportar soluciones y ganar nuestro codiciado posicionamiento estratégico.
1.- Gestión de las Capacidades;
El objetivo principal para las organizaciones (como es obvio) es contar con los mejores, y para ello es fundamental atraer el talento externo e identificar y desarrollar el talento interno y las capacidades de las personas que forman la organización, con especial atención, a puestos clave para el negocio (Directivos y mandos intermedios).
2.- Mejora de la Productividad;
Las organizaciones debido a la coyuntura económica actual, necesitan desarrollar las tareas con la mayor eficiencia posible y mejorar los ratios de productividad, para lo cual se hace fundamental medir el impacto de las diferentes políticas, controlando el gasto y beneficio conseguido, entre las fundamentales se sitúan la medición de los tiempos de trabajo, rendimientos e impacto de las acciones desarrolladas.
3.- Poseer Sistemas de Reconocimiento;
Ahora más que nunca, es necesario invertir en lo que realmente es importante para las organizaciones, y dejar de invertir en aquello que no lo es, generando una política de gestión “selectiva” y acorde a su impacto. Y la gestión del capital humano no puede estar fuera de esta lógica, por lo que se hace fundamental.
Diferenciar y premiar el desempeño excelente y el compromiso con el proyecto empresarial, compensando y recompensando a los profesionales que sobrepasan las expectativas y reteniendo el talento y el potencial. Analizando todas aquellas herramientas / políticas que cumplan con este objetivo, desde los modelos más conservadores basados en retribución, a otros más evolucionados basados en las inquietudes individuales de cada profesional y momento de su carrera.
Estos son los retos, pero ya he planteado al principio del post, no vamos a aportar valor indicando los retos o necesidades de la organización sino planteando las soluciones.
¿Y qué soluciones podemos plantear desde RRHH para ayudar a conseguir estos retos organizativos?
Pues cada organización necesitará soluciones concretas y adaptadas a sus propias necesidades, si queréis ver mi planteamiento ante los tres retos organizativos, os dejo los enlaces a mi propuesta de soluciones:
- Soluciones para conseguir mejorar las Capacidades Organizativas.
- Soluciones para conseguir aumentar la Productividad de la Organización.
- Soluciones para implantar sistemas de Reconocimiento oportunos en la Organización.
Si en momentos de incertidumbre como el que estamos viviendo, desde RRHH podemos aportar soluciones concretas y tangibles, conseguiremos lo que muchos de nosotros consideramos necesario, y que es el posicionamiento estratégico de la gestión del capital humano en las organizaciones.
Pero para ello hay que demostrar que nuestras reivindicaciones no son sólo palabras, y ganarnos el puesto en función de nuestros resultados.
Autor José Luis Pascual