De ascendencia alemana, Krauss nació en Illinois en 1971. A los cinco años empezó a estudiar violín clásico por influencia de su madre, aunque luego se orientó hacia el bluegrass. Tras ganar algunos premios en certámenes locales, a los 14 años empezó a dedicarse profesionalmente a la música y un sello independiente costeó su primer álbum en 1985, Different Strokes, en el que también aparecía su hermano Viktor. Ese mismo año firmó con Rounder Records y con ellos sacó Too Late To Cry (1987), que obtuvo un considerable éxito, arropada ya por su grupo Union Station, con el que sigue hoy en día. Jerry Douglas al dobro, Dan Tyminski a la guitarra y la mandolina, Ron Block al banjo y la guitarra y Barry Bales al bajo, con la voz y el fiddle de Alison Krauss son sus miembros.
Nuestra protagonista entró en la historia de los Grammy con apenas 20 años, cuando ganó el primero de sus 27 premios en 1991. Hoy ostenta el segundo puesto en cualquier categoría, empatada con Quincy Jones, y solo por detrás del director de orquesta húngaro, ya fallecido, Georg Solti (31).
Los 90 fueron su edad dorada: miembro del Grand Ole Opry desde 1993, sacó discos como Every Time We Say Goodbye, I Know who Holds Tomorrow, Now that I’ve Found You o So Long So Wrong. En 2000 colaboró en la banda sonora de O Brother Where Art Thou, de los hermanos Coen, que vendió nada menos que siete millones de copias y puso de moda el bluegrass. Luego le seguiría su trabajo en Cold Mountain, que incluía dos temas candidatos al Oscar.
Su último álbum, de 2011, lleva por título Paper Airplane, aunque no se puede decir que haya estado desaparecida desde entonces, y en abril de este mismo año hemos podido escuchar el último single de Alabama Come Find Me.
Disfrutemos ya de su mayor éxito en la lista Billboard, When You Say Nothing At All, que llegó al número 3. “Sin decir nada, puedes iluminar la oscuridad. El tacto de tu mano dice que me cogerás si alguna vez caigo. Cuando eres más elocuente, es cuando no dices nada”, nos arrulla su letra. Sus autores, Paul Overstreet y Don Schlitz, no dejaron de asombrarse por su éxito: pensaban que estaba bien, pero que no era para tanto. Krauss la grabó como parte de su álbum-homenaje a Keith Whitley –Keith Whitley: A Tribute Album (1994)–, que fue el primero en grabarla.
Esta es la versión original de Keith Whitley (1988).
El irlandés Ronan Keating la grabó nuevamente para la película Notting Hill (1999), y conquistó el número 1 en Reino Unido e Irlanda.