El proceso del embarazo, aunque muy gratificante por su resultado final, a menudo suele acarrear molestias y dolores varios, especialmente en los meses previos al parto. Si estás embarazada y quieres disfrutar la etapa al máximo posible (tanto tú como el feto y futuro bebé), sigue algunas de nuestras recomendaciones:
·1· No a las grasas saturadas
Deberás reducir el consumo de precocinados, patatillas fritas, carnes grasas, embutidos, margarina y bollería en general. De lo contrario, sólo vas a conseguir un aumento de peso que se añadirá al de tu futuro hijo y te provocará más dolores para moverte.
·2· Más tomas, menos cantidad.
No vale lo de “tres comidas fuertes al día”. Te sentirás mejor si repartes tus tomas entre cinco o seis comidas a diario, disminuyendo las cantidades de cada una, como es obvio.
·3· Dos kiwis para desayunar.
En ayunas, no puede faltar un sano desayuno que contenga dos kiwis que actuarán de laxante natural para evitar el estreñimiento, trastorno al que tienden muchas de las embarazadas durante esa etapa.
·4· Más Omega-3.
Si las grasas no saludables son malas, ¿cuáles son las buenas? Los ácidos grasos omega-3, presentes en el aceite de oliva virgen extra, el pescado azul o los frutos secos, no deben faltar en tu dieta: influye directamente en el desarrollo del cerebro del feto.
·5· Una ensalada de remolacha al día.
La remolacha contiene altos niveles de ácido fólico, indispensable para reducir la posibilidad de malformaciones en tu futuro bebé. Prepara una ensalada con 200 gramos de este vegetal y una cebolla, aliñando con aceite de oliva, zumo de limón y sal.
·6· Que no falten los lácteos.
Quesos, yogur, cuajada o leche te proporcionarán gran parte de los minerales que necesitan los huesos de tu esperado hijo, así como las vitaminas A, B y D. La uva también contiene vitamina B, y algo adicional que no tiene la leche: fibra, que también mejorará el estreñimiento.