Revista Pareja

All you need is love

Por Rizosa
El amor.
Es difícil definirlo, puesto que cada persona lo vive con una intensidad y un punto de vista diferente. Para unos es algo positivo, algo enriquecedor que quieren tener cerca... para otros no es más que la razón de su sufrimiento más doloroso.
Lo que sí que es cierto es que todos lo hemos conocido alguna vez. No existe nadie, nadie, nadie que no se haya enamorado nunca. Aunque sea ese amor de la niñez que viviste en el colegio. Aunque sea enamorarse de uno mismo.



Muchos te dicen que tengas cuidado, que nada es lo que parece cuando amas. Que el amor es como una serpiente que te ofrece manzanas dulces, pero que acabará consumiéndote por dentro. Y te crees capaz por un tiempo de vivir sin él, caminando solo por el mundo tratando de apartar la vista y ser fuerte cuando alguien se te acerca demasiado.

Cuando llega no hay nada que hacer: puedes resistirte, patalear, engañarte a ti mismo gritando en voz alta que no lo sientes... pero si quieres, quieres.
Entras en un estado de gilipollez constante en el que todo te parece más hermoso, ningún problema parece tan importante e incluso la brisa huele a mar aunque vivas en Toledo.

Hasta que descubres que tu amor, esa droga que de pronto te ha vuelto la vida del revés, no es correspondido. Que compraste un billete sólo de ida hacia ninguna parte... que toca abrir los ojos y descubrir que en Toledo, aunque te pese, no hay playa ni paseos por la orilla al atardecer.
Y entonces dudas. En ese momento te replanteas si verdaderamente el amor existe o es sólo una consecuencia de tu idealismo estúpido. Si eres la única persona que lo siente, ilusa, y si algún día encontrarás a alguien que piense y necesite lo mismo que tú.

Pero no lo encuentras. Pasan los días, los meses, los años, y sigues solo. Te rodeas de gente para llenar el vacío del alma, y aún así no consigues saciar tu tristeza. Todos te hablan de lo mucho que quieren a otras personas, de lo bonito que es sentirse amado... y les odias en silencio.
Tu mundo cotidiano se vuelve pura mecánica: te levantas, trabajas, comes, trabajas, duermes. Nada más, sólo vacío. No existe la magia.
Hasta que de pronto, un día...

...vuelves a creer en el amor.
Que tengáis un buen San Valentín... aunque en vuestra ciudad tampoco haya playa y no tengáis pareja esta vez.

Volver a la Portada de Logo Paperblog