Revista Insólito
No lo cita Sancho mas que en el pasaje inserto en el número 61. Sancho el bueno al usar de este refrán, sigue las huellas de Sancho el malo. Lo que con él expresa es que no quiere cargar con los perjuicios que le ocasionaría el meterse en negocios ajenos. Avellaneda lo usa dos veces, vallándolo: una de ellas dice:
—Allá darás rayo, que no en mi sayo.
Y la otra:
—Allá darás rayo en casa del sayo.
Generalmente se dice:
—Allá darás rayo en casa de Tamayo.
O bien:
—Allá vayas rayo en casa de Tamayo.
Hernán Nuñez trae esta variante:
—Allá darás rayo, en casa de Ana Gomes.
El mismo concepto expresan los siguientes:
—Lo que no fué en mi año no fué en mi daño.
—Por los bueyes que son de mi padre, siquiera aren, siquiera no aren.
IMAGEN: EL COMERCIO
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