“Tengo al presidente en la línea”: así fue como Allende transmitió su último mensaje.
A primera hora del 11 de septiembre de 1973, las fuerzas golpistas llevaron a cabo la Operación Silencio, para callar a los medios afines al Gobierno de Salvador Allende. La misión de los militares fue todo un éxito. Sin embargo, antes de que lograran bombardear todas las antenas transmisoras, Allende pudo dirigirse al país por última vez.
El último discurso del mandatario al país fue a través de Radio Magallanes en medio del tiroteo en las cercanías del Palacio de La Moneda, sede del ejecutivo. El periodista Leonardo Cáceres informó al micrófono que Allende le hablaría al país. Eran las 09:20 de la mañana del 11 de septiembre de 1973, día del golpe de Estado, y la emisora era la única que aún no había sido bombardeada.
“Estábamos anunciando algo que no recuerdo y en eso, Guillermo Ravest, quien era director de Radio Magallanes me gritó, por el sistema interno de comunicación, que tenía al presidente en la línea. ‘Flaco, anúncialo’, me dijo. Yo comencé a anunciarlo y ahí Allende transmitió su último mensaje”, recordó Cáceres en conversación con Sputnik.
A primera hora de ese 11 de septiembre, desde el aeropuerto Carriel Sur de Concepción, ciudad ubicada a 434 kilómetros al sur de Santiago, despegaron cuatro aviones caza Hawker Hunter con la misión de silenciar las emisoras de Santiago que rechazaban el golpe militar.
Estas eran las radios que formaban parte de la cadena La Voz de la Patria y donde se encontraban: Corporación, Portales, Nacional, Luis Emilio Recabarren, Candelaria, UTE y Magallanes.
La Voz de la Patria estaba coordinada a través de la Oficina de Informaciones y Radiodifusión de la Presidencia de la República. Los trabajadores, en medio del embate de la desinformación y las tergiversaciones de los grandes medios oligárquicos —como el caso de El Mercurio, periódico financiado por la CIA—, hicieron posible que el país conociera la verdad de lo que estaba sucediendo.
“Si no hubiese existido la cadena radial La Voz de la Patria, el mundo jamás se habría enterado ni conocido las tres primeras alocuciones y las últimas palabras del presidente Salvador Allende, con su enorme lección moral para el futuro”, dijo a Sputnik Oriana Zorilla, dirigente histórica del Colegio de Periodistas de Chile y periodista de Radio UTE en 1973.
“La radio en la que yo trabajaba había sido bombardeada antes. A las 04:00 de la madrugada, puesto que quedaba próxima a un recinto militar. Fuimos acallados muy temprano. Luego bombardearon Corporación y Portales”, enumeró la periodista.
“Esta será seguramente la última oportunidad en que me pueda dirigir a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Portales y Radio Corporación”, partió señalando Allende en su último mensaje.
El mandatario había sido electo el 4 de septiembre de 1970, transformándose en el primer presidente de corte marxista que había llegado a la jefatura del Estado a través de elecciones democráticas. Sin embargo, tres años después, y tras un intenso boicot por parte de Estados Unidos y la oposición interna, el 11 de septiembre de 1973 las Fuerzas Armadas dieron un golpe de Estado.
“Ante estos hechos, solo me cabe decirle a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente”, señaló Allende a través de Radio Magallanes.
“Fuimos testigos de un momento trascendental”
Leonardo Cáceres llegó a Radio Magallanes a las 8 de la mañana del 11 de septiembre de 1973. Cuando ingresó a las dependencias de la radioemisora, estaban varios periodistas y el director de la radio. “Comenzamos a distribuir tareas, a ver las noticias, a verificar la información que nos llegaba”.
Allende, recuerda el periodista, tenía en su despacho de trabajo un teléfono a magneto con el que se comunicaba directo a la emisora que transmitió sus últimas palabras.
Para Cáceres presentar a Allende y escucharlo, fue una de las “cosas más impactantes de mi vida. Fuimos testigos de un momento trascendental”. El exlocutor comentó que la vida de todos “se cortó”.
Para Zorrilla la radio jugó un papel “fundamental” ese 11 de septiembre puesto que fue gracias a ello que se pudo transmitir las últimas palabras de Allende.
“Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa, lo seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos, mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal a la lealtad de los trabajadores. El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse”, señaló Allende.
“Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Viva los trabajadores!”.
“Éstas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”, terminó el mandatario.
Los aviones de la Fuerza Aérea bombardearon la antena de Radio Magallanes y a las 10:15 de la mañana, la última radio afín al Gobierno de la Unidad Popular dejó de transmitir.
El gobierno del Opus Dei que actuaba en Venezuela con Rafael Caldera y su Canciller opusdeísta Arístides Calvani actuaron como cooperadores financieros con José Rodríguez Iturbe, Milos Alcalay y Luis Posada Carrriles quienes participaban en la llamada operación Kissinger–Calvani, Nixon–Caldera; para derrocar al gobierno legítimo, de la Unidad Popular en Chile, encabezado por el Doctor Salvador Allende.