Una última nota antes de empezar la reseña es que la serie se la criticó en un principio por plagio de la película Ocho apellidos vascos (que aún no he visto), pero me parece importante destacar que la concepción de Allí abajo es previa a ésta. Eso sí, el éxito de aquella seguro que le ha venido muy bien a ésta.
Argumento
Iñaki es un vasco de treinta y cinco años que nunca ha salido del País Vasco. Vive con su madre, Maritxu, una mujer absorbente y dominante, que aún ve a Iñaki como un niño incapaz de tomar decisiones por su cuenta en la vida. En el bar que regenta Iñaki, heredado de su difunto padre, trabaja Nekane, una camarera que está locamente enamorada de él aunque, por más evidente que sea, éste no se ha dado cuenta, así como tampoco su cuadrilla de amigos.Mientras la vida de Iñaki transcurre plácidamente, un día se ve obligado a acompañar a su madre a Sevilla en un viaje del Imserso, un viaje para el que no está preparado. Todo un reto, porque Maritxu y él tienen claro que “por debajo de Burgos, todo es África”. El desembarco en Andalucía supera todas sus expectativas negativas, todo les parece desorden y exageración; una antítesis de su arcadia feliz del Norte. Y, cuando parece que la cosa no puede empeorar, una caída fortuita deja a Maritxu en el hospital, en coma. A partir de ese momento, la vida de Iñaki entra en una deriva rocambolesca, ya que se ve obligado a sobrevivir, prácticamente huérfano, en una clínica en el corazón de Sevilla.
Allí, Iñaki se encuentra con Carmen, la jefa de las enfermeras que atienden a Maritxu. Carmen es una andaluza que pisa fuerte y con remango suficiente como para poner a cada uno en su sitio, como por ejemplo a Rober, su pareja y médico del hospital que la engaña con la directora de la Clínica, Trini.
El encuentro de Iñaki y Carmen es un auténtico choque de trenes. Uno viene del Norte productivo y meticuloso, pero cargado de carencias afectivas; y la otra sale del Sur caótico, colorista y chillón, aunque lleno de vida y talento para vivirla. Sea como sea, el vasco se ve obligado a la prolongación de su estancia "allí abajo".
Reseña
El tema de los tópicos es delicado. Pero aunque no lo parezca, hay una enorme diferencia entre usar los tópicos para hacer humor y reírse de esos propios tópicos para divertir a la par que criticarlos. Y esto es precisamente lo que hace la serie: los personajes del norte tienen muchos prejuicios con los del sur y viceversa. Me parece sano reírse de una misma y con una misma.
Dicho esto, la serie es una comedia romántica clásica con todos los enredos posibles y más. Por un lado se juega con el choque cultural y por otro, con los líos amorosos. Si quitamos la ambientación sevillana y el carácter de los personajes, ver esta serie ha sido como ver uno de esos doramas asiáticos que tan olvidados tengo. Al final, salvo matices, este género es siempre igual: pareja que se sabe que van a estar juntos antes o después pero que personajes secundarios les complican las cosas. Quizás es la parte romántica la más floja ya que, salvo contados momentos, apenas ha habido ocasión de que se desarrollen sentimientos creíbles. Ya se ha confirmado que tendrá segunda temporada, así que habrá que ver si entonces saltan más chispas.
De la parte puramente cómica, más que los dos protagonistas, que también, el premio se lo llevan Dolores, la enfermera cotilla, y José, el celador malagueño que trapichea todo lo que puede y más. Pero hay que reconocer que todos los personajes han tenido muy buenos momentos cómicos y, aunque no haya sido una serie de carcajada continua, la sonrisa en mi cara al menos ha sido constante. Como mínimo, el buen rato está garantizado. Y lo mejor, sin llegar a ser humor burdo o soez, que siempre me ha repelido en las producciones cómicas patrias de los últimos años, y sin tomar por idiotas a los espectadores.
Aparte de todo eso, la historia también ha sabido ponerse seria para tocar algunos temas como la corrupción a pequeña escala (en el tema de la compra de material médico de baja calidad a cambio de regalos para la directora del hospital) o la crítica nada velada a los señoritos andaluces, prepotentes, superficiales, vagos e inútiles que viven de las rentas de las tierras sin dar un palo al agua. También de pasada se ha mencionado la crisis.
Por lo demás, escenarios sevillanos magníficos, buenas actuaciones, desarrollo del guión que siempre dejaba con ganas de más... No encuentro nada destacable como punto negativo. Una producción más que correcta, muy bien realizada.
Esta primera temporada ha funcionado muy bien, y si se quedase como tal no habría problema. Aún puede dar mucho más de sí, sobre todo en el apartado romántico, que es el que se me ha quedado más cojo. Muchas situaciones disparatadas, personajes muy bien pensados y un buen hacer han dado una serie realmente entretenida. Seguro que pasáis un buen rato si le dais una oportunidad.