Revista Coaching

Allí donde fueres haz lo que vieres

Por Juanmartinezsalinas76

ALLÍ DONDE FUERES HAZ LO QUE VIERES

Hace no mucho, hablaba con una conocida que estaba en el desempleo desde hace más de año y medio y por fin había conseguido un trabajo temporal por lo que estaba feliz de la vida. Pero… siempre hay un pero. El problema radica en que ella, desde el primer día, aplicó una máxima que decía mi abuela: Allí donde fueres haz lo que vieres. Ella, vio que todo el mundo al llegar la hora de salida seguía hasta las tantas, haciendo un montón de horas más. Ella iba pronto por la mañana y se sentía en la obligación, al ver que sus compañeros lo hacían, de continuar su jornada laboral, hiciera falta o no. ¡Cualquiera hacía lo contrario! según sus palabras textuales.

Yo por supuesto, le dije que esa máxima está muy bien, pero es equivocada y debería de ser: allí donde fueres haz lo que debieres.

Entiendo perfectamente su postura, pero lo que debe primar no es el número de horas que haces, sino lo que rindes y produces durante tus horas de trabajo, es decir, la valía que aportas a tus tareas y por ende a la empresa. Las personas que hacen 10 u 11 horas diarias no rinden al 100% todas ellas y normalmente muchas de las horas que pasan de su hora de salida suelen haber tenido un porcentaje muy alto de ratos improductivos. Durante el día, cigarrito por aquí, cafecito por allá, conversación de cotilleo, visita de compañeros, llamadas de pareja, padres y demás familiares… todo quita tiempo y si se quedan más tiempo, no es por “quedar bien” que puede ser una razón, sino por que deben dedicarle más tiempo al trabajo que deberían haber hecho. También existe la mentalidad, por parte de la cúpula, de evitar la cultura del boli caído, cuando llegue la hora, y hacer que sus trabajadores se queden más rato,… por que sí.

No hay una necesidad real y eso provoca que los trabajadores se vuelvan más pausados, alargando sus tareas y haciendo lo que podrían hacer en 7 horas en 1o o más, es decir, amoldan sus hábitos a lo que la empresa considera como adecuado al valor que persiguen en el tema de horarios. Con esta mentalidad es normal que salgamos en el ranking como uno de los países menos improductivos en proporción al número de horas que invertimos en el trabajo. Lo peor de todo es que los responsables lo siguen sin ver porque piensan que si siempre se hizo así, por qué cambiarlo, lo diga quien lo diga. Muchos de ellos, no se dan cuenta de que son sus peores enemigos porque implantando la flexibilidad en el horario conseguirían que sus trabajadores estuvieran mucho más motivados y predispuestos al compromiso.

De la otra forma, adoptan el rol de hacer que trabajan, generando costes y pérdidas al empresario por esas horas que están sin razón de ser. Y si se echan cuentas de costes de esos recursos por hora y de los recursos materiales en comparación con el beneficio generado, más de un empresario se quedaría estupefacto de ver lo equivocado que estaba. Además, al trabajador que se va a su hora, aunque sea el más productivo, se le mira mal y en muchas ocasiones se prescinde de él a la primera de cambio porque no saben apreciar el valor real que tiene. El talento productivo se ve de lejos y si vosotros no sabéis apreciarlo otros lo harán.

Hoy en dia, se debe premiar la diferenciación y lo que se aporta. El hacer lo mismo que los otros provoca que a uno se le quiten las ganas de sobresalir porque muchas veces se ve como algo negativo que te marca como único o como raro. Muchos se preguntan por qué hacer cosas que no me han pedido. Pero… ¿no debería primar si eso aporta valor o no a la corporación?

Con la parada actual en el mercado laboral, estamos retrocediendo mucho de lo que habíamos ganado en la última década.  Esto ahora nos resulta indiferente, sin embargo, estamos tirando por tierra el esfuerzo de generaciones de trabajadores que lucharon por sus derechos y por cambiar lo que consideraban anticuado y poco útil.

Debemos aprender a hacer las valoraciones correctas, evitando las conductas equivocadas y, mediante el aprendizaje, demostrar cuál es el camino que nos hará evolucionar y conseguir mejores resultados.


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