Alma se maquillaba y con una sonrisa juguetona le dijo: "¡Píntame!
Píntame antes de que el Sol se oculte del todo, me gustaría saber como me veo antes de caiga el anochecer. Quiero tener en mi sonrisa un resplandor como el que nunca hubieses visto, ¡hazme parte de ti!
Sin tocarme, sin tan solo mirarme. Deja que la magia de los tuyos caigan sobre mí, y que aquellos que no creen tenga envidia de ti. Yo ya lo hago.
Hazme famosa, como a una de esas musas de largos vestidos, como a una de esas geishas de ojos brillantes y brillantes labiales.
Píntame Esperanza, que el color del asunto lo pongo yo."