No puedo describir el Almacén Alquián Hóptimo como una tienda de antigüedades. Es algo más que eso. Es el gabinete de curiosidades más acogedor que he visto jamás. Es una casa-museo, una almoneda sin orden evidente, un almacén de cosas viejas en donde todo fluye y se empareja como si tuviera un lenguaje propio.
Es el buen gusto y amor de David Moya y Juan Martínez el que da vida, coherencia y sentido a este abigarrado y encantador almacén, donde conviven monos con maletas, jirafas de bronce con cascanueces, carteles de anatomía y botánica con jarrones, platos y peces. Y todos en tan perfecta y pacífica armonía que dan ganas de quedarse a vivir.
El que llega al almacén se siente “un poco explorador”, como “el que descubre un tesoro”, me cuentan David y Juan. Está en una tranquila calle trasera del barrio de Salesas, sin nada alrededor que de testimonio de su presencia. Entras y la curiosidad se desata.
Un amplio espacio te recibe, con cartelería antigua, algún gran jarrón y dos retratos ovalados, alter ego de David y Juan, te dan la bienvenida. No son del mismo pintor ni de la misma época, los compraron en sitios diferentes pero son las únicas caras que verás de los dueños del Almacén Alquián Hóptimo en foto. Si no vas, no sabrás cómo son ni cuánto de acogedores y amables pueden ser.
A la izquierda, los sofás ya dan la pista de que entras en una estancia hogareña. La diferencia es que en las estanterías no hay tantos libros como bodegones de diferentes objetos antiguos, rescatados de anticuarios y mercadillos del mundo. Cerámica de diseño francés, belga y alemán de los años 50, 60 y 70, fauna y flora en variadas representaciones, desde animalitos disecados o cuadros de botánica, hasta figuritas, dibujos o grabados, anatomía, cristal tallado y materiales nobles. En su composición, prima la luz y la combinación del color antes que el estilo o la época.
Sobre la mesa, guías, libros y en el suelo, maletas y esculturas aunque los repartos cambian en función de los artículos y del gusto de los dueños. No podrás subir la escalera de metal porque conduce a un despacho privado pero otearás muchas más maravillas desde abajo. El Almacén Alquián Hóptimo parte de la remodelación de unas antiguas oficinas de una naviera, con lo que las estanterías y la escalera tienen un poco de ese aire marino.
Convertir tu desmedida afición en tu profesión tiene algo de éxito perverso. Porque Alquián y Hóptimo nacen de un síndrome de Diógenes desatado que David y Juan ya padecían por separado y que se potenció en compañía. Cuando sus “cosas viejas”, que no son trastos sino objetos con alma, ya no les cabían en casa y sus trabajos en multinacionales del periodismo (David) y del diseño (Juan) ya no les satisfacían, su hobby se convirtió en una tienda online de objetos de decoración vintage (Alquián) y de carteles, ilustraciones, mapas también antiguos (Hóptimo). Dos proyectos independientes que conviven ahora en el almacén, abierto porque en Madrid tienen una cartera buena de clientes y porque las revistas o las producciones de cine y televisión están aquí. Sus profesionales vienen a comprar, alquilar o recoger productos para sus decorados y así, están más cerca.
David y Juan recorren mercadillos de Europa o EEUU (“unas vacaciones sin un mercadillo no son vacaciones”, confiesan) y traen decenas de objetos que restauran lo mínimo, investigan, fotografían y documentan. “A la gente le encantan las historias”, afirman y ellos las cuentan con rigor y un toque divertido, muy ameno. No encontrarás nada que ellos no tendrían en su propia casa.
“A veces, vemos cosas que sabemos que son tendencia y que se venderían bien pero, si no podemos defenderlas, no las queremos”, cuenta David. Yo les pregunto si, al poner tanto interés y cariño en la selección de la pieza, no les duele venderla, cuando además su hobby era coleccionarlas. “Las disfrutamos un tiempo”, dicen pero luego Juan asume que hay cosas de las que no se desprenden. Un mono blanco, pinturas, ciertas piezas que han tenido que esconder.
Como no son muy puristas en nada, tampoco es verdad que todo lo que tienen sea vintage. Diseñadores y creadores modernos como Abe The Ape, Rubenimichi, Chichinabo, Javier Sánchez Medina o Mari Quiñonero han realizado piezas del estilo Alquián Hoptimo que se venden en sus estanterías.
Puedes pensar que Almacén Alquián Hóptimo no es para tí y te equivocas. Hay cosas de precios muy variados y también de estilos, para que cada cual encuentre su objeto perfecto. Y curiosear por aquí es conocer uno de los sitios más interesantes y peculiares de Madrid, con unos dueños maravillosos con los que charlar es un placer. ¿Vamos a por un objeto viejo con alma?
Los datos. Almacén Alquián Hóptimo. Calle Manuel González Longoria, 2. 91 084 53 39. Horario: de martes a sábado, de 11 a 14 y de 17 a 20:30h. No dejes de consultar su tienda online o su Facebook