El Real Madrid sumó ayer 3 puntos vitales. Necesitaba el conjunto de Pelegrini una victoria para semi-olvidar el clásico y de paso, meter presión a los culés de cara al derby del Sábado en Cornellá. La situación para los blancos no era sencilla. Una derrota hubiera significado ya sí el adios definitivo a la competición y la constatación matématica de una nueva temporada en blanco. No fue así. El Madrid salió desde el inicio enchufado, con las ideas claras y la firme voluntad de ganar el encuentro y prolongar así este duelo al sol tan espectacular que están protagonizando los dos gallitos de la liga.
El partido fue entretenido y emocionante hasta el final. Gran culpa de ello la tuvieron Alves, un portero que a final de temporada fichará por algún grande y la falta de puntería de los blancos. El Madrid planteó un partido eminentemente ofensivo, aglutinando posesión y presionando eficientemente a la media balnquiroja, sin duda el elemento más débil de los de Lillo. El Balón le duraba poquísimo al equipo local y así , es difícil hacerle frente a Los Cristiano, Higuaín... Solo un milagro llamado Alves y los palos impidieron que la primera parte acabará en goleada. Hay que decir que Lillo fue valiente, con un 3-4-3 atrevido. La consigna era cerrar atrás, con las líneas muy retrasadas y aprovechar en ataque la velocidad de los puntas, cruisat, Uche y Pierotti. El problema es que cuando conseguían hacerse con el balón, la distancia hasta la portería contraria era excesiva. La profundidad de Arbeloa y Marcelo han resultado claves, ya que los extremos locales se veian obligados una y otra vez a bajar para dar cobertura a los tres centrales.
Sin embargo, avatares del destino, fue el Almería quien golpeó primero. Una buen pared en el lateral diestro,el de Marcelo, pase de la muerte y gol. Jugada aislada y resultado a todas luces injusto. No obstante el Madrid siguió a lo suyo y en pocos minutos, gracias a una jugada excepcional de Cristiano, igualó el partido. Destacar el buen tono de Guti pese a Pelegrini, emperrado en ponerle por la derecha cuando donde realmente hace daño es por el centro. Tampoco me quiero olvidar en esta primera parte de una ocasión que falló Uche con Iker ya vencido y que hubiera supuesto el 1-2, inconcebible.
La segunda parte fue un correcalles. El Madrid, en lugar de parar el partido a base de circulación y posesión, entró en el juego de Lillo. Logicamente los merengues gozaron de numerosas ocasiones, ya que el Almería fisicamente anda más bien justito, pero también las tuvo el Almería. El partido lo finiquitó Van der Vaart con un buen disparo desde fuera del área, aunque bien podría haber sucedido lo mismo en el área contraria. Creo no obstante que en cualquier caso, los visitantes hubieran ganado el encuentro de haber sido necesario.
Sigue la pelea, no lo duden, habrá liga hasta el final.