Almonds & Corals es uno de esos lugares donde el mayor lujo no es el jacuzzi a ras del suelo en bonitas cabañas de madera, ni la cercanía del mar, a tan solo unos pasos de las habitaciones. Tampoco los desayunos, repletos de fruta fresca de la zona. El mayor lujo es lo que se siente, se oye, se respira y se admira: la naturaleza en estado puro, se mire donde se mire.
Las pasarelas que conducen a las cabañas son la prueba de que aquí se respeta el medio ambiente. Y no solo porque no se pisotea la vegetación local, sino porque de esta manera hasta los perezosos pueden transitar sin ser molestados. En muy pocos lugares del mundo es posible cruzarse con tales “vecinos” de camino a la playa mientras se recorren los últimos metros de la jungla que avanza hacia el mar.
Este hotel está dentro del Refugio de Vida Salvaje de Gandoca-Manzanillo en Limón, una de las zonas menos explotadas de Costa Rica desde el punto de vista turístico, ya que la mayoría de los visitantes se quedan en el Parque Nacional Cahuita. Sin embargo, merece la pena adentrarse más allá de Puerto Viejo y de camino a la frontera con Panamá, siguiendo la carretera hasta que se acabe en Manzanillo. El bosque lluvioso primario y el único manglar pantanoso del Atlántico hacen de este un lugar único para el disfrute de la naturaleza más pura.
Aquí también se percibe un ambiente caribeño que sorprende a muchos viajeros. Porque pocos saben que en Costa Rica también se puede vivir el Caribe más puro: el de la fruta fresca, los mejores platos de pescado y marisco aderezados con los ricos cócteles locales y, sobre todo, un mar puro tan bonito por fuera como por dentro. Los amantes de los fondos marinos podrán descubrir el arrecife de coral que se encuentra a pocos kilómetros de la costa.
Los aficionados a la fotografía se sentirán en el paraíso: monos, caimanes, delfines, tortugas y miles de especies de insectos son tan fáciles de ver que es casi imposible no regresar con imágenes para un álbum sobre la fauna local. Las flores y la emblemática rana de Costa Rica, más difícil de ver pero presente en la zona, darán el toque de color.
Los meses de marzo, abril, septiembre y octubre son los más recomendables para visitar el Caribe de Costa Rica porque llueve menos que en otros momentos del año. El ambiente caribeño se percibe de todos modos en cualquier época, ya que en Limón no se vive al ritmo del turista sino al compás de la luz del día. Y todo con el toque africano que recuerda que la historia siempre está presente y que hace que las sonrisas sean más vistosas.
Almonds & Corals Hotel
Manzanillo, Limón
www.almondsandcorals.com