Almudena Martínez, más conocida como "Chiqui" o la enana de Gran Hermano 10.
Desde los 17 años trabajaba en un supermercado en el que hacía de todo menos coger cosas de la estantería de arriba.
Tenía que comprar ropa en tienda de niños y conducir un coche del Toys "r" us.
Se planteaba la posibilidad de ser madre soltera. Para poder ir al tercer mundo a comprarse uno, decidió concursar en Gran Hermano. No ganó el premió y no le daba para comparlo, así que se puso en bolas en el Interviú. Los habituales lectores de la revista se llevaron un escalofrío al verlo.
Con lo que ganó abrió un local de copas que tuvo que cerrar porque le estafó todo quisqui.
A Sálvame, que es un circo, le faltaba los enanos. Así que mandaron a la calle a Adriana Abenia y la contrataron. En este programa explotaron su enanismo a modo de risa y chanza.
No dejaban pasar ninguna ocasión de remarcar la enanez cuando la mandaron entregar sin conseguirlo una tarjeta de felicitación para los príncipes de Asturias. Intencionadamente, la tarjeta era de grandes dimensiones, con objeto de resaltar su escasa estatura.
Las asociaciones de acondroplásicos que cargaron hace unos años contra el Un, dos, tres... responda otra vez parece que no le molestaron las burlas son hacia su persona.
El chiste debía ser ella y su incapacidad para hacerse respetar porque sólo vale para eso.
Para seguir burlándose de ella planeaban a la isla de Supervivientes en 2012, pero por motivos económicos, el programa se canceló.
Al final se dio cuenta que se estaban burlando de ella todo el tiempo y decidió largarse. Tanta humillación tenía que pasar factura, lo mismo le pasó a Adriana Abenia que la tuvieron que llevar al hospital con un ataque de ansiedad.
Eso sí, la productora aprovechó hasta el último momento para hacer un chiste a su costa alegando que la "rescisión se debe a problemas personales de la colaboradora". "Se encontraba bajita de ánimo últimamente.
Seis semanas después contó una historieta de una enfermedad que nadie se creyó, porque todo el mundo sabe que se fue porque estaba de juicios con el estado.
Se dieron cuenta que aun podían reirse un poco más de ella y la volvieron a contratar, esta vez de colaboradora.
Cuando se hartaron de reirse de ella, la volvieron a echar, esta vez en directo, alegando que era por la crisis. Y eso que le pagaban con cacahuetes.
A cambio, contrataron a Aída Nízar, que por lo visto cobra menos. Incluso sobró pasta y también volvieron a contratar a Adriana Abenia.
Se casó con Borja Navarro en mayo del 2013. Por 2014 la llamaron para ir a Supervivientes. Su marido aprovechó para cornearla.
Ella lo perdonó y tuvo un hijo. Estaba arruinada y fue a mendigar trabajo a Salvame
Una forma desesperada de pedir trabajo que fue de lo más fructífera puesto que la dirección del programa decidió contar con ella para participar en la Sálvame Snow Week, un reality dentro de Sálvame para elegir al nuevo colaborador del programa.
Su marido volvió a aprovechar para cornearla. Volvió a perdonarle y tuvo otro hijo. La echaron del trabajo.
En 2019 se divorcia y de vez en cuando la llaman de Telecinco para reirse de ella.