07.08.2015 10:21
Cada año planeamos nuestras vacaciones y elegimos el mejor destino para nosotros. Buscamos y pensamos dónde podemos pasar la mejor época del año. Con nuestra familia, en pareja, con los amigos o incluso, a veces, solos.
Así generalmente viajamos y nos preparamos para que todo esté en orden y bien, para que no nos falta de nada cuando lleguemos a nuestro destino de vacaciones. Pero... vamos a pensar un poco, ¿es para nosotros importante la elección del alojamiento, o no lo es?
¿Y qué pasa si lo elegimos y no satisface nuestras necesidades, ni nuestros gustos, deseos o prioridades? Elegir bien dónde vamos a pasar estas noches de estivo, en donde dejamos nuestras cosas, en donde nos preparamos para salir o simplemente donde vamos a querer descansar es importante. Y, a menudo, es posible que no dediquemos tiempo suficiente a ello.
Para decidir bien existen muchas posibilidades, pero normalmente nos ofrecen siempre dos opciones: ¿Qué elegir, hotel o apartamento? Por eso, vamos a explorar qué ventajas y desventajas tiene cada una de estas dos opciones, y cuál podría ser la mejor opción para alojarse, en nuestras vacaciones.
Ventajas y desventajas de un hotel
Empecemos con las ventajas y desventajas de un hotel. En nuestras vacaciones, y puesto que este tipo alojamiento es de los más frecuentes para todo tipo de turistas, es un elemento importante a tener en cuenta a la hora de elegir nuestras vacaciones.
Se trata de un tipo de alojamiento bastante diferente al que tenemos en nuestras propias casas, en nuestros domicilios y lugares de origen antes de disponernos a pasar unos días de descanso. Podemos olvidarnos de cocinar, ya que allí no podremos hacerlo. Más bien lo contrario, las comidas y cenas nos la prepara el restaurante que, a menudo, suele ser de buena calidad.
Eso, sin duda, nos facilita y agiliza mucho en nuestras tareas diarias y, sobre todo, nos deja descansar bien. Para que disfrutemos de nuestras vacaciones plenamente.
Otra de las tareas que no podemos hacer, aunque solemos hacer en nuestros propios domicilios es la limpieza. En un hotel, en cambio, limpiarán por nosotros y, de nuevo, no tenemos que preocuparnos por eso sino simplemente disfrutar de la playa, de la naturaleza o de otro tipo de descanso.
Además, la cercanía de los hoteles a la playa es algo que debemos y sabemos valorar muchos de los que viajamos. Tanto si se trata de una visita turística a un destino monumental o cultural, como si se trata de aprovechar la arena resplandeciente de Sol en la playa, no perderemos en este caso el tiempo y nos pondremos enseguida en el tipo de ambiente en el que queremos estar.
Esto es muy valorado, sobre todo, por familias con niños, ya que muchas veces olvidamos cosas, y si el hotel está lejos de donde nos ubicamos resulta todo más complicado.
Pero vamos a hablar de niños, en cuanto al alojamiento en hoteles. Los hoteles a menudo cuentan con una gran oferta de ocio y de planes para los más pequeños. Tanto programas de animación como otras actividades, siempre pueden venir muy bien tanto para niños como para adultos.
Porque, normalmente, se puede socializar de una manera segura, en un entorno cerrado y limitado con monitores que harán lo mejor de sus vacaciones, para que recuerden con alegría que pudieron alguna vez, con sus padres, estar allí.
Entre otras de las ventajas de un hotel podemos destacar la posibilidad de piscina, sauna o incluso gimnasio, en donde podemos continuar nuestras rutinas de entrenamiento si las llevamos a cabo en nuestros lugares de origen.
Además, cabe destacar por último, que en un hotel siempre encontramos a alguien responsable por lo que en caso de cualquier urgencia tenemos la seguridad de encontrar el apoyo que necesitamos, sean urgencias médicas o de cualquier otro tipo.
Estudiando las desventajas de este tipo alojamiento
Entre las desventajas de un hotel, podemos destacar los problemas de ruido que puede haber en muchas ocasiones en este tipo de establecimientos. Sobre todo, en los hoteles de categoría más baja, en donde no suelen tener habitaciones insonorizadas puede ser un problema, sobre todo si de verdad queremos descansar.
Además el precio de la habitación puede subir bastante, sobre todo, si queremos alojar a más personas de lo común. Precio que no siempre incluye el desayuno, por lo que normalmente hay que pagarlo aparte si decimos desayunar. En estos casos, la cuantía puede ascender bastante, teniendo cuenta que en la calle podemos pagar incluso a veces hasta la mitad por el mismo desayuno.
Una habitación del hotel suele ser pequeña y, por eso, no podemos contar con suficiente espacio como el que tenemos en casa, lo cual por otra parte también es normal. Por lo que tenemos que hacer más eficiente nuestro uso del espacio, y llevar sólo lo importante y lo útil. Además, para estar con los niños pequeños, que requieran jugar siempre que pueden, es algo más complicado.
El desayuno por otra parte se sirve a una hora estricta y cerrada, la cual no puede saltarte por muchos problemas que tengas a la hora de movilizar a los grandes y pequeños de tu familia. Por eso, si no puedes venir a tiempo, te pierdes la mejor forma de comenzar el día.
Tampoco podrás descansar hasta muy tarde, puesto que la persona que limpia la habitación podrá llamar para limpiar la habitación. Por supuesto, puedes poner el ya famoso cartel de "no molestar", pero a pesar de eso la limpieza de los pasillos o de fuera de las habitaciones puede resultar molesto para quien duerme.
Además, si tienes mascota en muchos de los hoteles sencillamente no la aceptarán. Por lo que te puede costar mucho encontrar un hotel adecuado para tus pequeños amigos caninos.
¿Qué pasa si elegimos apartamento turístico?
En cuanto a los apartamentos turísticos, también podemos hablar de sus ventajas y desventajas. Por eso si eliges alojarte en un apartamento en lugar de en un hotel, en muchas ocasiones te puede venir muy bien, sobre todo por el mayor espacio que te ofrecen este tipo de alojamientos.
Es como una segunda casa en ocasiones. Con tu propia cocina, donde puedes cocinar siempre y cuando lo necesites, un salón y una o más habitaciones. Por eso, por ejemplo, si viajas con tu pareja y ella quiere dormir todavía más de lo que tú duermes, puedes quedarte en el salón, por ejemplo, a ver la tele o hacer cualquier otra cosa que te guste.
Suele haber apartamentos que son más baratos que los propios hoteles, sobre todo si decides escoger un apartamento para varias personas. Es más eficiente, y también más económico. Así podéis estar juntos la mayor parte del tiempo y compartir el piso, lo que puede ser interesante sobre todo si se trata de grupos de jóvenes, como estudiantes.
Tener tu propia cocina puede ser útil, porque si no dispones de mucho dinero puedes comprar tus alimentos en el supermercado y para hacer, por ejemplo, una cena romántica con unas copas de vino te puede costar mucho menos.
Seguramente no te molestará tampoco la persona que limpia y, además, puedes dormir hasta cuando quieras. No te preocupes y disfruta tu apartamento hasta sentirte como en casa. Esta es una de las mayores ventajas de este tipo de alojamiento.
Desventajas de un apartamento
En cuanto a las desventajas de un apartamento turístico, puedes encontrar en ellas las siguientes. Por ejemplo, problemas para encontrar a una persona que se haga cargo o que ayude con las urgencias que puedan pasar. Y como no suele haber recepcionista en este tipo de establecimientos, tendrás que ayudarte tú solo.
Además, no siempre encuentras entrada para personas con minusvalía, en caso que falte incluso ascensor. Y s tienes a alguien a quien ayudar, moverse puede resultar más complicado.
También, generalmente, los apartamentos no cuentan con oferta de ocio, por eso si busca descansar en la piscina o ejercitarte en el gimnasio, te tocará ir a otro sitio.
Los apartamentos por último no siempre disponen de parking, así que puede ser una incomodidad grande o pequeña, y sobre todo en ciudades donde aparcar el coche es sinónimo de grandes esfuerzos y de paciencia.