Alonso sale de caza en la noche de Singapur

 Manuel Franco | 26/09/2010
Truenos sin lluvia en la noche de Singapur. Una bala roja recorre la luz en dirección a la gloria sorteando muros y trampas de la suerte, un muchacho español baila entre las paredes y las curvas con una obra de arte italiana en sus manos. Velocidad pura en un circuito urbano, maravilla humana en un terreno ganado al mar con sacos de arena robados en las islas de enfrente. Fernando Alonso ha regresado definitivamente a su sitio, al lugar que ocupan los pilotos de época capaces de moverse entre sombras con la facilidad de quien posee un don para hacer cosas extraordinarias.
Ayer, en el circuito de Marina Bay, consiguió su segunda pole de la temporada y de manera consecutiva, algo que no lograba desde que en 2006, el año de su segundo título mundial, saliese desde la primera posición de la parrilla en seis grandes premios seguidos.
Las razones de la pole del asturiano son tantas como factores intervienen en este juego de matemáticas que es la F-1, pero sobre todo tres. En Monza, la FIA repitió a Red Bull la prueba de flexibilidad a sus alerones delanteros. No la pasaron. Ferrari sí. A Singapur se llegaba con la referencia del circuito de Hungría, similar en características, donde los coches de la bebida energética sacaban un segundo y medio al F10. Ya no, el nuevo alerón que montan los austríacos no es tan efectivo como el anterior que vulneraba las reglas. La segunda está en la fábrica de Maranello, donde todo el equipo Ferrari ha trabajado duro para ofrecerle a Alonso el material más competitivo: nuevo alerón delantero, nuevo fondo del coche, nuevo alerón trasero. Pruebas y más pruebas. Hasta ayer mismo, cuando decidieron no montar el 'Conducto F', porque sin él era más efectivo el difusor trasero. La tercera se encuentra en las manos de Alonso y en su capacidad para aguantar la presión, un talento que hoy volverá a pasar una nueva prueba.
El F10 es más rápido ahora, pero lo es con Alonso en el asiento. Massa no pudo marcar ayer un tiempo de referencia por avería, pero durante el fin de semana ha estado a más de medio segundo del español de manera regular. Hay cinco pilotos luchando por el título, cinco de tres escuderías, solo Ferrari tiene uno en la batalla.
Alonso ha vuelto, sí, ayer no cometió ni un fallo y manejó la presión como quien vive entre cocodrilos. Pero la pelea será dura. Tras el doble campeón, Sebastian Vettel. El alemán está completando un gran fin de semana y sólo un par de errores en sus dos vueltas buenas le dejaron sin pole. Y tercero saldrá Hamilton, que en la salida estará con su espada de plata preparado para lanzar un ataque que será descomunal. Ayer hizo una de sus vueltas con bandera amarilla y se quejó de que le había molestado su compañero Button.
Esto es la jungla, sólo gana el más fuerte y el inglés sabe que tiene que darlo todo para batir a sus rivales. Antes de la clasificación decía que hay uno que le preocupa entre sus cuatro compañeros de combate: "Alonso es el máximo rival, sabe lo que es la presión y sacar el máximo del coche. Es el hombre a batir". Webber, el líder del campeonato, sale quinto. El duelo entre los héroes de la velocidad será épico esta noche en un lugar llamado Singapur.
Fuente: www.as.com