Escrito por Martín Carrasco
En el año 2017 se publicaron dos libros que son citados con frecuencia cuando se trata de hablar sobre el rock peruano, en particular sobre el subterráneo. Estos libros son Pank y revolución: 7 interpretaciones de la realidad subterránea, de Shane Greene y Desborde popular, de Fabiola Bazo.
Sumando al aporte de estas publicaciones, se han realizado conversatorios y debates sobre lo sucedido entre los años ochenta y principios de los noventa, fechas en las existió esta movida. Eventos académicos realizados en La Casa de la Literatura, el LUM y congresos internacionales de estudios latinoamericanos como el LASA (Latin American Studies Association). Otros libros que han abordado la historia del rock en el Perú han sido los de Carlos Torres Rotondo, con Demoler – que también acaba de ser reeditado y ampliado- o el de Hugo Lévano con Días felices: Rock and Roll, twist, surf, a-gogo, enfermedad, cumbia beat, psicodelia y otros sonidos juveniles entre 1957 y 1983.
La bibliografía sobre el rock peruano ha ido creciendo y cobrando seriedad entre sus investigadores, respondiendo a una clara demanda, tanto musical, como académica. Sin embargo, hace dieciséis años el escenario era distinto y un libro vino a intentar cambiar esa orfandad bibliográfica. Su autor, Pedro Cornejo Guinassi, ha transitado por casi todos los circuitos del rock: fue vocalista de Guerrilla Urbana – una de las bandas fundadoras de la movida subterránea-, manager de Mar de Copas, productor discográfico, crítico de rock en prensa escrita y conductor de televisión.
Cornejo es también filósofo y docente por la PUCP, aunque en entrevistas recientes ha comentado haber dejado la docencia por no gustarle lo que se enseñaba en la universidad -en YouTube se pueden encontrar unos videos conversando con Marco Aurelio Denegri en su faceta poco conocida de filósofo - y un extranjero de la tecnología: no usa redes sociales ni celular.
Era el año 2002 cuando salió la primera edición de Alta Tensión, con el aclarador y denunciante subtítulo de Los cortocircuitos del rock peruano. Esto se debió a que la tesis del libro sostenía que en Perú nunca hubo un circuito que llegara a desarrollarse en un espacio continuo de tiempo. Más bien, su biografía estaba caracterizada por interrupciones cíclicas que impedían tener contactos de una generación con otra. Ejemplos dados en el libro fueron el hecho de que los músicos de los ochenta -en particular los subtes- no se sentían herederos de los rockeros peruanos de los sesentas o setentas. No por rechazo, sino por desconocimiento en la mayoría de sus casos: la influencia venía de afuera.
La nueva edición del libro ha cambiado ese subtítulo por el de Breve historia del rock en el Perú. La razón obedece a que desde los ochentas ya no ha habido esas interrupciones generacionales y, no sin complicaciones, la movida ha ido creciendo. Por ello la ampliación del libro con nuevas entrevistas y capítulos que complementen la nueva tesis del libro. Uno de los capítulos que demuestran el nuevo carácter de esta investigación es el dedicado a la presencia de la mujer en la movida rockera peruana. Los tiempos han cambiado, lo que antes permaneció oculto, ahora reclama su justa visibilidad. ¿Estamos frente a un nuevo libro? Juzgue usted y disfrute.