Alternativa de izquierda

He estado navegando por blogs y foros de opinión y en todos ellos he encontrado un profundo rechazo al “tijeretazo” impuesto por Zapatero a las personas y colectivos más vulnerables de nuestra sociedad. Las críticas contra las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno son unánimes y todas ellas coinciden en denunciar que el coste de la crisis no lo van a pagar quienes la han provocado sino sus víctimas.  Zapatero ha perdido su credibilidad como persona, como político y como socialista.

Mintió primero al negar la gravedad de la crisis, mintió después al afirmar que en España la situación estaba bajo control, e incluso mintió hace una semana cuando aseguró que mientras el habitase en La Moncloa no habría recortes sociales. Y yo me pregunto, ¿qué legitimidad tiene un presidente que engaña conscientemente a su ciudadanía? En la red se detecta un malestar creciente, un sentimiento de fraude, que se une al drama personal de quienes no tienen empleo o están a punto de perderlo.

Nos quieren hacer creer ahora que no hay otra solución y que el capitalismo y el mercado son el único camino. Escucharemos en los próximos días que ésta es la mejor alternativa para el futuro; nos dirán las ministras y ministros socialistas que han tomado estas decisiones por nuestro bien e incluso pretenderán que les demos las gracias por arruinarnos la vida. No soy economista, pero aún así no se me escapa que hay una política económica de izquierdas, viable, real y efectiva.

Me refiero a la política  fiscal.  Estoy pensando, sin ir más lejos, en la recuperación del impuesto de patrimonio para los niveles más altos, o en gravar con impuestos más acordes a las fortunas que buscan refugio en las sicav, a los beneficios empresariales,… Todo ello sin mencionar el fraude fiscal, protegido con un manto de impunidad al que nadie quiere meter mano. Recomiendo, en este sentido, la lectura del último artículo de Vicenç Navarro, recogido en el diario Público, y cuyo enlace adjunto. Su contenido despeja muchas dudas y pone en evidencia que la justicia social y el reparto equitativo de la riqueza son posibles. Basta con querer.

http://blogs.publico.es/dominiopublico/2013/lo-que-no-se-dice-de-la-crisis/