Al menos 12 personas murieron en la explosión de una mezquita en las afueras de la capital afgana el viernes, rompiendo la relativa calma de un alto el fuego festivo entre los talibanes en guerra y las fuerzas gubernamentales.
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Centroamérica se alista ante llegada masiva de inmigrantesFFAA de Chile comienzan operativo para resguardo de eleccionesEntre los muertos se encontraba el Imán que dirigía las oraciones del viernes en la mezquita durante el segundo día de la fiesta musulmana de Eid al-Fitr. Más de una docena de personas resultaron heridas.
Los afganos han disfrutado con cautela de un raro respiro de la violencia tras el inicio de una tregua de tres días entre los militantes talibanes y las fuerzas afganas que comenzó el jueves, después de semanas de intensos combates.
“El número de muertos ha aumentado a 12, incluido el imán de la mezquita, y otros 15 están heridos”, dijo Ferdaws Framurz, portavoz de la policía de Kabul, actualizando un número anterior.
Hasta ahora ningún grupo se ha atribuido el ataque y los talibanes negaron su responsabilidad.
Los funcionarios afganos suelen culpar de tales explosiones al grupo militante que, a su vez, insiste en que están luchando contra el ejército afgano y no atacando a civiles.
La explosión se produce después de que funcionarios estadounidenses y afganos dijeron el viernes que Estados Unidos se había retirado por completo de una importante base aérea del sur en el antiguo bastión talibán de Kandahar.
Los ataques aéreos estadounidenses se lanzaron desde la base la semana pasada para ayudar a las fuerzas afganas a rechazar una importante ofensiva talibán en el sur.
Preocupaciones por la transferencia de base
Kandahar fue el lugar de nacimiento de los talibanes y en los últimos meses ha sido testigo de intensos enfrentamientos entre los militantes resurgentes y las fuerzas afganas.
(2/2) Going forward, we will continue to support the #ANDSF as they defend Afghans, stabilize the nation, & pursue a just, durable peace for Afghanistan. This is just one of many examples of our ongoing #EnduringPartnership.
— U.S. Embassy Kabul (@USEmbassyKabul) May 14, 2021
La embajada de Estados Unidos en Kabul confirmó en Twitter que las fuerzas estadounidenses habían “completado la transición del aeródromo de Kandahar a las fuerzas afganas esta semana”.
Khoja Yaya Alawi, portavoz del ejército afgano en Kandahar, dijo que estaban esperando una entrega oficial, pero que las últimas tropas estadounidenses “abandonaron la base el miércoles”.
Un oficial del ejército afgano en el aeródromo de Kandahar, que pidió no ser identificado, dijo a la AFP que las fuerzas gubernamentales quedarían expuestas por la retirada.
“Ahora va a ser muy difícil para nosotros realizar operaciones”, dijo. “Nuestro avión no puede volar de noche, por lo que las operaciones nocturnas serán difíciles”.
El analista militar afgano Kabir Darwish dijo que la base era de importancia estratégica, incluso para el transporte aéreo de refuerzos y la realización de ataques aéreos para contrarrestar los ataques de los talibanes.
“La fuerza aérea afgana no tiene suficiente capacidad para reemplazar a Estados Unidos”, dijo Darwish.
“A medida que pase el tiempo, la flota aérea afgana dejará de funcionar debido a la falta de instalaciones de mantenimiento”.
El aeródromo fue anteriormente la segunda base más grande para las tropas estadounidenses e internacionales en Afganistán y el primer aeródromo donde estaban estacionadas las fuerzas estadounidenses después de la caída de los talibanes en 2001.
También fue el centro de la mayor operación de drones de las fuerzas especiales de EE. UU. En su apogeo, la base contaba con unos 26.000 efectivos estadounidenses y de la OTAN.
Durante años, el ejército ha estado disminuyendo constantemente su presencia allí, acelerada después de que Washington llegó a un acuerdo con los talibanes el año pasado para retirarse por completo de Afganistán a cambio de garantías de seguridad.
Sin embargo, Estados Unidos no cumplió con la fecha límite del 1 de mayo y la extendió hasta el 11 de septiembre, una medida que enfureció a los talibanes.
Aunque los combates entre las fuerzas estadounidenses y los talibanes se han detenido desde el histórico acuerdo del año pasado, los enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno afgano y los militantes continúan a diario.
En el pasado, los altos el fuego se han mantenido en gran medida, en lo que se cree que es un ejercicio de los líderes talibanes para demostrar que tienen control sobre la miríada de facciones en todo el país que componen el movimiento de línea dura.
El Pentágono dijo el martes que hasta ahora había completado entre el seis y el 12 por ciento de la retirada final de Estados Unidos del país.
Ya se han entregado varias bases más pequeñas a las fuerzas afganas.
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