Llenarnos de “tengo-que” es receta segura para el agobio. Tengo que enviar un correo, tengo que agendar una reunión, tengo que realizar una presentación, tengo que coordinar una conversación, tengo que planificar un viaje… Ayuda! Lo paradójico es que en momentos de agobio, esperamos que la mente siga operando en su máximo esplendor, como reloj suizo: Confiamos en que la mente será capaz de...
