Alucinación, en un arco iris

En que tambor expande el sol sus rayos si no es más que, en la túnica azul de noches violadas a la alborada.
Amanecer en la santa guerra, el sacrificio de los hombres y los astros… y un croar de ranas que imploran por su lunamutilada en las cruzadas.
Las cascadas del viento, el cantola vida y muertesus invisibles látigos santosy sus profanadas puntas de arena
dejan solitarias señales…mis hermanastras, allá desde su distanciame abrazan, me esperan frágiles,duras las espinas con su infancia, envueltaestá la vida por el horizonte,pero cae a cada pasolos pétalos ingratos de aquella rosa.
¿Cuál es la voz que nos queda?, si todo lo que fuimos, es una muda luz herida,es un espacio de silencio con las alas zurcidas;y las siluetas doradas ¿qué?...buscarán para consolarnos, un oscuro nido.
La niebla es intrépida y levantamientras que el mundo aun aletarga,mientras que la noche es el cuerpo muerto de un hombreque arriesgó todo pero perdió; un atrevidopor discutir demasiado sobre los laberintos.   
Este día se ofrece, se regala y no espera,este día estaremos impulsados por el instinto de los sueños.Los parques, las calles, el otro sexo,la desesperación del sueño, la pesadilla que vive como una reinaen la insignificancia de las cosas jacta,
reluce en nuestras cabezas, más que 
tamaño puede alcanzar esta mental corona.  Para el arco iris todo comienza o termina,ahora miro, el tiempo es un pájaro ciegoen mis ojos.  El arco iris es verdadero cántaro
para cualquiera de las dos más íntimas lágrimas.