Aluminios Mesa Quesada es una empresa especializada en la instalación de ventanas en Granada. Con más de tres décadas de especialización, analizan la diferencia entre los distintos tipos de materiales a la hora de instalar nuevas ventanas en un domicilio u oficina. Desde la empresa analizan las diferentes tipos de materiales que se pueden emplear en perfiles y ventanas, los inconvenientes y las ventajas de cada uno de ellos.
Ventanas de madera. Las ventanas de madera son sin duda las más vistosas y elegantes que se pueden instalar. La madera vista es un producto de alta calidad y por ende, es más cara que otras opciones como el PVC o el Aluminio. Si bien son ventanas muy estéticas que permiten dar un punto de decoración vistoso, las ventanas de madera son más delicadas. La madera no resiste la humedad, ya que se expande, y al tratarse de un material poroso, su capacidad de impermeabilidad y estanquidad dependerá en gran medida del tratamiento y barniz que se le de. Debido a esto, las ventanas de madera son las que precisan más cuidados, con lijados y barnizados regulares para evitar que penetre la humedad o se produzca transferencia térmica. Se trata de un material que además es mal conductor, lo cual minimiza la transferencia térmica y aumenta la eficiencia energética de la vivienda. Siempre y cuando, indican, el sellado y la obra sea correcta.
Ventanas de PVC: el PVC es un material sintético de bajo coste. Se trata del tipo de ventana más barata que se puede instalar. El PVC es un mal conductor que minimiza la transferencia térmica del interior al exterior, siendo una de las mejores opciones cuando se pretende maximizar la eficiencia energética de una vivienda. Se trata de un material no poroso, impermeable y es, de los tres marcados, el que menos se deterioria y un menor mantenimiento requiere. Su resistencia es limitada, de modo que para grandes ventanales no es válido.
Ventanas de aluminio: el aluminio es el más conductor de los tres materiales analizados, de modo que cualquier ventana de aluminio de calidad debe contar con una rotura del puente térmico que minimice la transferencia de temperatura. Es más resistente que la madera y el PVC, siendo el material preferente para grandes ventanales. Coste intermedio entre PVC y madera. En cuanto a su durabilidad, requiere de un especial mantenimiento en zonas costeras, donde el salitre puede erosionar el material y generar óxido.
"Desde Mesa Quesada son los tres materiales que recomendamos, cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes, lo que es fundamental es que tanto la obra como el sellado de la instalación se haga por manos expertas", concluyen.