Los alumnos de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla han señalado, con motivo del comienzo del periodo estival de exámenes, que el acuerdo alcanzado entre esta sede académica y la Universidad de Sevilla (US) para que los estudiantes de la Olavide puedan usar las salas de estudio de la Hispalense sigue vigente, si bien “quien hace la ley, hace la trampa”.
Con ello, según ha indicado a Europa Press el delegado general del Consejo de Estudiantes de la Universidad Pablo de Olavide (Ceupo), Ignacio Hernández, se hace referencia al hecho de que progresivamente los efectivos de vigilancia están siendo sustituidos por tornos, que necesariamente requieren de una tarjeta de identificación de la US para poder entrar.
“Cada vez lo estamos viendo en más sitios”, ha remarcado Hernández, que manifiesta que ello obliga a los alumnos a tener que ingeniárselas para poder lograr una tarjeta ajena con la que poder acceder al recinto: con todo, esta vez no se están registrando las incidencias de etapas anteriores, que desembocaron en protestas y encierros. Los alumnos de la UPO están dispuestos a llevar el asunto a debate al Consejo Andaluz de Estudiantes.
Los rectores de ambas universidades, Antonio Ramírez de Arellano y Vicente Guzmán, rechazaron a finales del pasado año que se acometa cambio alguno en el actual sistema de acceso a las salas de estudio 24 horas de la Hispalense.
Guzmán recordó que durante su mandato como rector nunca ha tenido constancia de conflictos especialmente graves al respecto –aunque “hace años sí había problemas más fuertes, que se han ido armonizando”– y que, en este sentido, el sistema vigente, de acceso “perfectamente abierto” en los horarios normalizados siempre que haya espacio –la preponderancia la tiene la comunidad de la Hispalense– y con captación de datos por parte del servicio de seguridad, cuando éste esté presente, en las horas fuera de regulación, es “razonable”.
“Hay cosas que se pueden facilitar y otras más difíciles desde el punto de vista técnico –en alusión al sistema de tarjetas electrónicas que permiten el acceso fuera de horario–”, manifestó el rector de la UPO, que calificaba de “muy satisfactorio” el régimen de entrada a estos recintos, sin que exista “ningún desacuerdo importante en la cuestión”. “Puede haber problemas puntuales, pero trabajamos y, siempre que puedan darse, lo que nos corresponde es hablar y dejar estas cosas claras”, recalcó.
Por otro lado, Ramírez de Arellano explicaba que, dentro de que los recursos de la US “no son ilimitados”, se procura planificar las instalaciones e infraestructuras para el uso por parte de la comunidad universitaria, con la premisa de que cuando surjan determinadas cuestiones éstas se “aborden”.