Monumento al Maestro (Víctor de los Ríos, 1965)
No estamos hablando de lo que se hace oficiosamente en los claustros. Aprobar a alumnos por compensación, es decir, aprobar a aquellos estudiantes cuyas calificaciones son buenas en el resto de asignaturas, pero que tiene una pequeña dificultad con una asignatura en concreto. Quizá no lleguen al aprobado, pero están cerca. Los profesores comprenden que el alumno se ha esforzado al máximo y está perfectamente capacitado para estudiar una carrera universitaria en un futuro próximo. Se trata de oficializar la pérdida de nivel académico. Que hay que cambiar el sistema educativo es una evidencia. Quizá haya que cambiar la programación escolar para que nuestros hijos estén preparados para el futuro. Es necesario que nuestros hijos comiencen a trabajar con la inteligencia artificial, indispensable en un futuro muy cercano. Pero eso es ciencia ficción para nuestros gobernantes. Solo saben pensar en los cuatro u ocho años que van a estar en el gobierno y son incapaces de llegar a un gran pacto de estado en educación, como en tantos otros temas importantes para todos, como son la sanidad, la seguridad, los servicios sociales... El problema es que la clase política es una incompetente.Para nuestros responsables de educación lo más importante es tener a los niños contentos. Estamos convirtiendo a nuestros hijos en idiotas y memos. Todos hemos tenido esas edades y, a través del esfuerzo y la dedicación, hemos aprendido que nadie nos regalará nada en el futuro. No conozco a nadie traumatizado por haber estudiado. Luego nos escandalizamos porque los ricos mandan a sus hijos a estudiar al extranjero. Los ricos pueden ser muchas cosas, pero no son tontos. Son conscientes —y pueden permitírselo— de que un título español no tiene ninguna validez. Es más que preocupante que, sencillamente, no se premie el esfuerzo. Se pretende igualar a todos los alumnos, pero por abajo y eso es una idea descabellada. Para nuestros políticos es fantástico tener una generación de ignorantes perfectamente manipulables. De hecho, nuestros jóvenes dan más credibilidad a los youtubers, a los influencers, y a toda esa gentuza que vomita necedades en las redes sociales que a una noticia contrastada. Luego nos quejamos de la propagación de las noticias falsas —fake news dirán los posmodernos trasnochados—. Pero no importa. ¿A quién le preocupa que nuestros hijos sean unos ignorantes mientras fingimos que son felices? Adelante pues. Sigamos creando idiotas.
Piensen.Sean buenos.Esta semana he descubierto esta maravillosa canción, Lost on you. Estoy seguro de que hará las delicias de más de uno. He elegido esta versión en directo y no la versión original que es más intensa, más roquera. Por si acaso hay algún alumno que no domina el inglés se la doy traducida, como harían nuestros políticos, para que no se traumaticen. Con todos ustedes: ¡LP!https://www.youtube.com/watch?v=8XRSnYzewes