Revista Cultura y Ocio

Alunizaje en la ciencia ficción

Publicado el 25 octubre 2012 por Ruta42 @ruta42
Alunizaje en la ciencia ficción

Fotograma de “El viaje a la Luna”

La aparición del cinematógrafo tuvo como consecuencia irremediable su distribución por el continente. El invento de los hermanos Lumiére llegó a Inglaterra y Alemania, para experimentar un desarrollo tecnológico y, por supuesto, ser utilizado en las salas de sendos países.

Pronto, el cine se convirtió en un espectáculo de entretenimiento dedicado a la simple narrativa de escenas cotidianas, y que distaba mucho de ser considerado el séptimo de los artes. Pero, con la evolución tecnológica del cinematógrafo, hubo de llegar también el propio avance del género; y “El viaje a la luna”, de Georges Méliès contribuyó a este con un gran paso hacia delante.

Durante los albores del siglo XX, los directores franceses utilizaron obras de la literatura de autores como Victor Hugo o Emile Zola. “El viaje a la Luna” es precisamente una versión de dos obras concretas, “De la Tierra a la Luna”, de Julio Verne y “Los primeros hombres en la Luna”, de Herbert George Wells. Geroges Méliès cuenta la historia de un grupo de astrónomos que llegan a la Luna proyectados por un cañón gigante. Allí se encontrarán con los selenitas, los habitantes lunares, y con otros peligros que superarán hasta volver a su hogar en la Tierra.

Georges Méliès no sólo es capaz de crear una historia con inicio, nudo y desenlace llena de imaginación y fantasía en sus 14 minutos de duración, sino que además la obra contempla el inicio de uno de los géneros cinematográficos más populares, el de la ciencia ficción.

La nave de los astrónomos no deja lugar a dudas, y el choque de ésta contra el ojo derecho de la luna es una de las imágenes inmortales de la historia del cine. Lo cierto es que el tópico del viaje en el espacio fue la justificación perfecta para un Méliès que quiso hacer de su grabación número 400 la más grande de todas ellas.

Con el estilo que caracterizó al director en la utilización de trucos teatrales y otros efectos especiales en el rodaje de sus cintas, en “El viaje a la luna” hace uso de transparencias y sobreimpresiones, además de un atrezzo y un vestuario cuidados con esmero. Basta con observar el cohete especial o la ropa de los selenitas para atisbar de qué manera Méliès apostaba por su obra.

Tuvo un presupuesto de 10.000 francos, y aunque su popularidad fue amplia, la rentabilidad económica no pudo estar más lejos de la esperada; en América Méliès sólo consiguió comercializar cinco cintas de “El viaje a la Luna”, que luego en serían copiadas y distribuidas por todo el territorio estadounidense.

Antes de “El viaje a la luna”, Méliès habría fantaseado ya con el satélite terrestre en “La Luna a un metro (el sueño de un astrónomo)”, donde cuenta las peripecias de éste con la Luna durante su periodo de ensueño. Por otra parte, Méliès seguiría haciendo uso de la literatura en algunas de sus obras, como en “Las aventuras del Barón de Münchhausen” del libro de Gottfried August Bürger, “Hamlet” de William Shakespeare o “20.000 leguas de viaje submarino”, del propio Julio Verne.

Otro de los tópicos más recurrentes para el director fue el personaje del diablo, que se plasma en obras ; “El inquilino diabólico”, “El caldero infernal”, “Le diable au convent”, etc… en los que seguirá haciendo uso del ilusionismo y los efectos especiales para dar a sus trabajos un tono casi mágico, que convirtió al cine en un mundo de fantasía alejado ya de la simple narración que habían propuesto los hermanos Lumiére.

Otra de sus obras más ambiciosas sería “Viaje a través de lo imposible”, también una adaptación de la obra de Julio Verne, en la que un grupo perteneciente al Instituto Geográfico decide viajar al Sol. La obra guarda inevitables reminiscencias a su cinta más conocida, “El viaje a la Luna”. La fórmula no funcionó del todo, y Méliès sería reconocido por su trabajo como cineasta sólo posteriormente.

Durante los últimos años de su vida, trabajaría como vendedor de juguetes en Monsparnasse. Curiosamente, uno de los mayores contribuidores al arte como un género comercial con infinitas posibilidades, tuvo que resignarse y  retirarse al no poder competir con las productores cinematográficas coetáneas a las fantasías de Méliès.

Alunizaje en la ciencia ficción

Cartel de la película de Méliès

Viaje a la Luna (Le Voyage dans la lune)
Francia, 1902
Georges Méliès
Star Film

Alunizaje en la ciencia ficción

Dafne Calvo

Por afecto o por defecto, pero me encanta el periodismo. Sueño con un mundo dibujado sobre viñetas, donde esté prohibido comer palomitas en el cine.

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