Álvaro es un nombre de procedencia goda, derivado del visigodo “Allvars” que significa “Aquel que es extremadamente prudente”.
Fue en la Edad Media cuando, gracias a la gran cantidad de apellidos “Álvarez” se hizo más frecuente. También se usaba su variante Alvar.
San Álvaro de Córdoba, nació en Córdoba hacia comienzos del siglo XV y vivió durante la Clausura del Cisma de Occidente. Conocido en territorio andaluz con el nombre de beato Álvaro de Córdoba. Catedrático en la Universidad de Salamanca; abandona para dedicarse al apostolado, predicando en España e Italia, hasta alcanzar Jerusalén. A su regreso se convierte en el confesor de Catalina de Lancaster, esposa del rey Enrique III de Castilla. Se retira para entregar su vida a la oración y la penitencia. Muere en el año 1430.
Su santo se celebra el día 19 de febrero.