Álvaro Zancajo es un periodista con pinta de torero y un mártir caido por la causa progre.
Cuando era un niño aprendió a caminar sobre sus patillas. De hecho, hoy en día se desplaza con ellas y por eso no se las afeita.
Empezó su lucha en 2003 en Antena 3 luchando contra el rojerío, pero tras un pacto de investidura entre el PSOE y PP para coronar a Rajoy, provocó la caída de Gloria Lomana como directora de informativos y por consiguiente, la suya, ya que tuvo la osadía de molestar al Marqués de Galapagar con preguntas.
Acabó en el consejo de administración de RTVE lo nombró director del Canal 24 Horas hasta que llegó al poder Rosa María Mateo, la cual habia3 comenzado su Gran purga derechíl.
Zancajo puso una demanda por despido nulo que ganó, pero según llegaba, Rosa María Mateo se la pasó por el potorro.
Fichó entonces por RTVA donde se las vio tiesas, ya que allí ya tenían su puestito todos los amiguetes del PSOE.
Entonces los trabajadores de RTVA se quejaron de que los informativos estaban enfocados a favorecer al gobierno andaluz de PP. Es decir, todos los que llevaban 30 años muy cómodos cuando el favorecido era el PSOE, pero no pudieron aguantar ni uno cuando era el PP.
Le echaron en cara por no informar sobre la condena del Supremo al PP por el caso Gürtel, que no tenía nada que ver con Andalucía.
El caso es que él pulverizaba registros con sus informativos y había subido la audiencia de los informativos de Csur, pero tenía en contra todo el aparato rojo en contra y había demasiados estómagos agradecidos que fueron a cuchillo contra él, ya que en vez de seguir colocando a sus camaradas, Zancajo ascendía a compañeros de su confianza.
Fue cesado para contentar a los huelguistas horas después de saberse el escándalo de JuanMa Moreno pagando al menos 400.000€ a los trabajadores que montaron Maldita.es y otras “verificadoras” para no ser atacado.