La frase original de Agustín dilige et quod vis fac(Tract. in 1 Io. 7, 7-8) emplea el verbo volo en primera persona del presente de indicativo (vis) -'ama y haz lo que quieres'-. El subjuntivo, en presente simple, hubiese tenido que ser velis para poder leer 'ama y haz lo que quieras'. La traducción en subjuntivo podría indicar el matiz de una autonomía errada. Y esto no significa la condena de la legítima autonomía del individuo. Al contrario, ella es deseable. Pero aquí se trataría de una autonomía equivocada en tanto en cuanto el único criterio de acción es el propio parecer o el propio proceder subjetivos de aquel que se dice: 'Bueno, como lo hago 'amando', eso me justifica'. Dicho de otro modo: el criterio de verdad no puede ser únicamente el hecho de que alguien mantenga tal o cual parecer. Decir que una afirmación es verdadera por el mero de hecho de que es mantenida (afirmada) por un sujeto es lo que pretendía Protágoras, como demostraron (y desmontaron) Platón y su maestro Sócrates (léase el diálogo Protágoras, lectura imprescindible y que ahora no es posible resumir).En la Subida al Monte Carmelo, con el realismo de quien no ignora la dureza de la subida, san Juan de la Cruz acaba diciendo, en los 'versillos del monte de perfección', aquello de: «Ya por aquí no hay camino, porque para el justo no hay ley: él para sí se es ley» (y cita el santo aquí a san Pablo: cfr. 1 Tim. 1, 9 y Rom. 2, 14). Aquí, tanto Agustín como el carmelita coinciden perfectamente.Por otra parte, avanzando muchos siglos, hasta llegar a la filosofía actual, podemos ver cómo según Vattimo la frase de Agustín contiene «el único criterio en base al cual se debe ver la secularización», pero creo que con lo dicho basta para entender que quizá la lectura que Vattimo hace de la afirmación agustiniana no es totalmente acertada (que es la lectura que hacen no pocos aparte del filósofo italiano).