
Martínez Inglés está dispuesto a pasar por la cárcel si es condenado. Ya estuvo en ella una vez por demandar un ejército profesional. “Si me vuelven a encarcelar harán de mi un mártir y un héroe. Martínez Inglés ingresó en el Ejército en el año 53, con 17 años. “Entonces no sabía ni la millonésima parte de lo que sé ahora, ni había un ambiente político. Era una dictadura brutal, pero yo era un joven estudiante de bachiller que no sabía mucho... Elegí la carrera militar porque siempre he tenido un espíritu aventurero. Decidí que no quería estar en un despacho y la carrera militar me abría un horizonte de aventura”. En 1989, estuvo en prisión durante cinco meses y fue expulsado de la Fuerzas Armadaspor criticar el servicio militar obligatorio. Todo empezó con un periodista que le preguntó sobre la profesionalización del Ejército. El era entonces oficial del Estado Mayor y estaba en la cúpula militar. Le dijo que la mili no servía para nada, pero asegura que, en su titular, puso que el Ejército Español no servía para nada. Acabó en la prisión militar y le separaron del servicio.
Amadeo lleva año y medio por este artículo de cinco páginas, acusado por la fiscal de que su intención era insultar al Jefe del Estado. El coronel Matínez asegura respetar a la justicia, “pero lo que no voy a hacer jamás es sentarme en el banquillo de los acusados. De delincuente, yo no tengo nada. Lo que soy es exmilitar, escritor e historiador, amparado por la libertad de expresión y los que cometen una injusticia son los fiscales. Debería denunciarlos por prevaricación, porque ellos saben de sobra que el artículo 490.3 hasido invalidado en varias ocasiones por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La justicia española no puede ir contra el derecho internacional”.
“He venido –dijo a la prensa– por respeto a la Justicia, que no a estos jueces. Me he presentado ante el juez y me he negado a entrar. Yo no he cometido ningún delito, porque, aparte de militar, soy un escritor e historiador que tiene derecho a la libertad de expresión. No he calumniado al Jefe del Estado, ni siquiera me importa, sólo quiero que se vaya”. En la sala del Juzgado Central de lo Penal, el juicio oral se llevó a cabo sin testigos ni acusado. La Fiscalía mantuvo su petición de condena por “injurias y calumnias a la Corona” al entender que el excoronel utilizaba en su artículo “expresiones que menoscaban la persona del rey, vocablos insultantes, frases con intención de ofender y vilipendiarle y ánimo de injuriar evidente, no sólo porque sea el rey, sino que se puede aplicar a cualquier ciudadano. La defensa de oficio, pedió su absolución, alegando que está amparado por el derecho a la libertad de expresióny que sus comentarios ya estaban recogidos en varios libros publicados hace varios años. Dijo que no hizo alusión expresa a Juan Carlos I, sino a toda la dinastía borbónica. Y que “en el artículo, siempre se habla de 'presunto'. Nunca se acusa al rey directamente”. Que existe un “prebendo proteccionismo en España con la Casa Real”. Y aseguró que “lo escrito por Martínez Inglés no es fruto de su invención, sino que tiene fuentes documentadas y conocedoras de los hechos de los que habla y se ha basado en varios libros publicados y editados en España”. El exparacaidista ya ha adelantado que, si finalmente es condenado, “llegaré hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos”.